Pasaban las horas y la búsqueda de Nicolás se hacía difícil, tanto para los vecinos, la policía y los padres.La desesperación comenzó a sentirse a medida que iba pasando el tiempo. Nadie comprendía cómo Nicolás, de 13 años, había desaparecido. Muchas personas lo buscaban sin imaginar lo que había ocurrido , pero en la búsqueda estaba colaborando alguien que quizá no se tenía en cuenta, y que sorprendió a todos. Chicha, una perrita mestiza, de raza chica, merodeaba por el lugar, sin que ninguna de las personas que participaban de la búsqueda se percatara de que ella estaba trabajando junto al grupo para hallar a Nicolás.
La perra buscó la manera de hacerse entender, ella ya lo había encontrado a Nico, solo hacía falta que alguien le prestara atención, entonces empezó a dar vueltas en círculo alrededor de la boca del pozo y a olfatear insistentemente. Nico desde adentro, entre la oscuridad, el cansancio y el miedo, no sabía que su amiga seria quien le salvaría la vida. Un policía fue quien la vio en esa actitud extraña y entendió el mensaje: Chicha marcó el lugar exacto donde estaba Nico.
Luego llegaron los vecinos, la policía, los bomberos y todo terminó bien. La perra seguramente, se mantuvo alejada pero expectante y movió la cola de felicidad cuando vio que su dueño estaba sano y salvo.
Ella no necesita de aplausos y condecoraciones, solo le alcanza con un abrazo y una caricia de Nicolás.
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