José Marchioni representa, al menos para nosotros y mucha gente de Baradero, al verdadero sindicalista. Esa persona que defiende los derechos de los trabajadores y la fuente de trabajo por igual. Toda su vida trabajó en Celulosa Baradero, una empresa que pasó por varios dueños, que se inundó y cerró, pero José ya desempleado la siguió cuidando con la certeza de que volvería a abrir y así fue. El año pasado estuvo al frente de un conflicto gremial muy largo para evitar que ninguno de sus compañeros sea despedido.
Hoy sigue tan apasionado como siempre, con sus ideales y valores intactos.
Cuando vemos tanto sindicalista que se parece más a un empresario que a un trabajador, es bueno reencontrarse y hablar un rato con José:
¿Hasta qué punto deben intervenir los sindicatos en las políticas de gobierno?
– El sindicalismo es una herramienta política, sabiéndola usar es buena. Es un componente que pertenece a la sociedad. Siempre que sea en beneficio de esa sociedad. Yo he hecho un sindicalismo puro. No me senté en un sillón con una secretaria y un cuerpo que me asesore, y cobrar un sueldo; desde ese punto de vista no se ve el problema del obrero.
Yo he sido sindicalista pero metido toda la vida entre mis compañeros. Es un sindicalismo distinto el que yo practico. Nací siendo sindicalista, no me paga nadie para que lo sea. Arturo palacios es un hombre que luchó por lo mismo. Por ejemplo, miremos a Moyano. Moyano surge de algo, a él lo hicieron. Tiene mucho poder. Nació con Menem, oponiéndose a él, en contra de él. Y ahí empezó a crecer. Se he hecho imparable. Se queda con lo de él y le saca a los otros sindicatos. Es jodido meterse con el sindicalismo organizado…
Hoy en día no podés gobernar si no pactás con el movimiento obrero. Kirchner fue el único que lo pudo domar a Moyano; aparte de Perón que iba y se metía en la CGT. El movimiento obrero es muy poderoso, está en manos de gente que hace muchos años que está…
¿En el plano local has tenido propuestas para estar en el concejo?
– Sí, estoy en eso. Tengo a mi mujer con problemas de salud, y Peteco Morales se portó muy bien conmigo llevándonos de acá para allá. Después me habló para ver si quería ir con él en la lista y yo le dije que cuente conmigo para lo que necesite.
Este gobierno local, ¿qué conclusión te deja?
– Yo tengo una buena relación, un buen diálogo, pero ha cometido errores en Baradero. Si los cometió fue porque no supo escuchar a la gente que lo rodeaba. Este gobierno ha traído muchas obras, y se ha equivocado en otras. El pueblo es el que tiene la última palabra. Si él hubiera sido una persona distinta hubiera hecho una mejor comuna, pero se equivocó en muchísimas, muchísimas cosas.
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