Se vienen las elecciones y algunos deciden ponerse la careta, el antifaz. Como si no tuviéramos memoria, quieren hacer ahora lo que no hicieron antes, como si uno no se diera cuenta que lo hacen para que algún ingenuo los vote.
Como si no tuviéramos memoria nos tratan, pero no es así: nosotros tenemos memoria, y también conciencia, y también respeto.
El grupo Asamblea La Estación hace dos años que viene trabajando, de manera solidaria y a pulmón, en el predio de lo que es la estación de trenes y en el edificio histórico (y patrimonio cultural) que allí se encuentra (en condiciones lamentables).
Los chicos han pintado la estación, comprado herramientas, han lijado, plantado árboles, cortaron el pasto, organizan encuentros culturales, proyectan películas, todo para beneficio único de la sociedad misma. Y por parte de quienes se dedican a la política, de quienes tienen un cargo político gracias al voto del pueblo, no han recibido nunca un acercamiento ni una respuesta. En diciembre del año pasado ellos organizaron una asamblea pública en las escalinatas del edificio municipal, donde funcionarios y concejales se comprometieron en darle solución a los problemas entonces planteados, pero sólo quedó en palabras al viento.
A pesar de la impotencia que genera que se te rían en la cara, la Asamblea sigue trabajando, porque claro, esta actitud por parte de los funcionarios no cambia el rumbo de lo que ellos desean.
Esta semana con la llegada del tren sanitario, la agrupación del gobierno de turno, ha colocado sobre el edificio un cartel de propaganda política partidaria de las próximas elecciones, con la conocida fórmula: A. CAROSSI- D. SCIOLI- C. FERNANDEZ.
“Nosotros estamos un poco disgustados porque durante dos años que hacemos La Asamblea no se nos dio atención. El agua la colocaron hace un mes, no se nos ayudó nunca, y ahora con la llegada del tren sanitario se pusieron las pilas.
El sábado hicieron contacto con nosotros porque decían que le teníamos que ceder la llave, el espacio. Y nosotros pensamos que ese es un lugar sucio, no es digno para atender gente. Tuvimos que hacer un esfuerzo de buena predisposición, porque ellos nos vienen tratando muy mal.
Este último tiempo se acercó el presidente del Concejo Deliberante, Claudio Maroli a hablar con nosotros, y vimos un avance, pero sólo es de parte de él. Y Carossi nos ha dado un guiño, nos dio un subsidio de dos mil pesos y ahora estamos avisados de que el baño público se va a arreglar (ya que no hay baño en la estación)”, nos dice Fernando Martínez, uno de los jóvenes que integra la asamblea.
El hospital está de paro, y aquí llega un tren sanitario. ¿Y si arreglamos los problemas que hay en el hospital, ya que está siempre en la ciudad y no se va cuando no es época de elecciones? “Es una falta de respeto para la salud pública. Aquí hay un hospital con buenas instalaciones pero no está bien gestionado, no debería hacer falta que pase el tren. Pero por ejemplo no pasa por Alsina que no hay hospital y ahí sí sería más útil, ni por Gobernador Castro, es decir, no hace atención donde no hay gente votante”, continúa Fernando.
Ante la pregunta de qué es Asamblea La Estación, el joven respondió: “Buscamos la formación de un espacio gestionado por los propios vecinos. Somos una asamblea de veinte personas aproximadamente, que ninguno lo que va a hacer es para beneficio de un partido; hace dos años que se viene luchando para que se le preste atención a un edificio que es patrimonio cultural, y fue abandonado en la década infame. No queremos imponer un proyecto, sino trabajar acorde a lo que se necesite.”
Los jóvenes están comprometidos de verdad. Y tienen las cosas bien claras. Y se ve que un cartel no los confunde.
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