Por Leonardo Nicosia
Debate. Francisquelo, Tineo, González y Brandli, reunidos por PERFIL para analizar el estallido.
PERFIL reunió a cuatro personas que desde hace tiempo forman parte de las fuerzas vivas de Baradero: la directora de la Escuela Técnica Nº 1 Irma Tineo, el abogado Aldo Brandli, el médico anestesista Osvaldo Francisquelo y el periodista local Pablo González.
—¿Cuáles fueron los motivos de estos increíbles incidentes en Baradero?
GONZALEZ: La muerte de los chicos fue la gota que rebasó el vaso. Desde hace un tiempo el gobierno municipal se viene distanciando de los vecinos. Las urnas de las últimas elecciones marcaron esto. Carossi ganó la Intendencia con el 28 por ciento, con una diferencia de apenas 400 votos. Y en la última elección legislativa salió tercero, con el 25 por ciento. Esto marca a las claras que un porcentaje importante de la población no aprueba su gestión.
FRANCISQUELO: Para mí el punto clave no es la gestión municipal. Esto es parte de un fenómeno político-social que se vive en la Argentina, que tiene que ver con la marginalidad. La década del noventa dejó un fuerte aumento de la desocupación y esa marginalidad llevó a que aumentase la delincuencia. Me parece que eso no está atado a ningún gobierno municipal. La accidentología que tenemos en Baradero no escapa a la que tenemos en el país. El razonamiento de creer que todo va a cambiar porque un funcionario renuncie me parece erróneo.
BRANDLI: Otra explicación se podría empezar a rastrear en otro hecho. Ahora se cumplen cinco años de la muerte en un accidente vial de otro chico de Baradero, Matías Patenostre. Como ese episodio sacudió a la localidad, el intendente organizó la Inspección General de Tránsito de manera distinta. Se empezó a controlar con fuerza la legalidad de la gente que circulaba por la ciudad. Pero a mayor control, la gente no podía pagar la patente o el seguro, tampoco quería usar el casco. Esto llevó a que hubiera desmanes de ambos lados.
TINEO: El problema no son solamente los chicos, sino también que hay mucha gente grande que no usa casco ni tampoco respeta otras leyes de tránsito.
—Nos llama la atención que vemos madres llevando a su hijos en motitos y sin casco…
B: Vengo escuchando comentarios que reclaman que el intendente Carossi se tiene que hacer cargo de los chicos que salen de noche y que si algo sucede la culpa la tiene él. Hay padres que dicen: “Yo quiero que a mi hijo lo cuide el intendente, la autoridad”. Es algo risueño, esa gente no sabe lo que dice. ¿A dónde vamos con esto?
F: Los accidentes en Argentina son altísimos porque no se cumplen las leyes, y los padres tenemos responsabilidad en eso. Las madres yendo a buscar a sus hijos al colegio en moto forma parte de este fenómeno. Y acá también tiene que ver lo político, porque en Baradero no hay servicio público de colectivos.
G: Hasta hace un tiempo había líneas de colectivos, pero ya no hay más en la ciudad. Otro detalle es que hay 30 mil habitantes y unas 10 mil motos en esta localidad.
—El gobernador Scioli dijo que hubo infiltrados en los incidentes. ¿Coinciden con esas declaraciones?
G: Es mentira, en Baradero nos conocemos todos, yo conozco a los que estaban delante de la manifestación. No son militantes políticos, son chicos de los barrios que ni deben saber lo que es la política, pero sí lo conocían al director de Tránsito, Pablo Scarfoni. Delante de todo estaban esos jóvenes que odian al funcionario, porque no les gusta cumplir con la ley de tránsito. Y atrás en la plaza, había gente adulta de clase media que avalaba y aplaudía.
F: Si hubiera habido dos heridos más, si hubiésemos necesitado sangre y no la hubiéramos pudido conseguir porque no tenemos banco de sangre en el hospital, prendían fuego el hospital.
T: La Justicia va a concluir qué fue lo que sucedió. Me gustaría aclarar que después del accidente, yo partí hacia el hospital y me encontré con que los alumnos de la escuela se encontraban ahí, no en otro lado. El parque del hospital estaba lleno, por lo menos estaban ahí todos los compañeros de los chicos.
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