Abril 22

Einstein dijo, alguna vez:

—Si las abejas desaparecieran, ¿cuántos años de vida le quedarían a la tierra? ¿Cuatro, cinco? Sin abejas no hay polinización, y sin polinización no hay plantas, ni animales, ni gente.

Lo dijo en rueda de amigos.

Los amigos se rieron.

Él no.

Y ahora resulta que en el mundo hay cada vez menos abejas.

Y hoy, Día de la tierra, vale la pena advertir que eso no ocurre por voluntad divina ni maldición diabólica, sino por el asesinato de los montes nativos y la proliferación de los bosques industriales; por los cultivos de exportación, que prohíben la diversidad de la flora; por los venenos que matan las plagas y de paso matan la vida natural; por los fertilizantes químicos, que fertilizan el dinero y esterilizan el suelo, y por las radiaciones de algunas máquinas que la publicidad impone a la sociedad de consumo.

Eduardo Galeano

De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.

* Eduardo Galeano nació en Montevideo en 1940. Allí se inició en el oficio periodístico, en sus años tempranos, y allí publicó su primer libro. Desde 1973, vivió exiliado en Argentina y en la costa catalana. A principios de 1985 regresó a Montevideo, donde actualmente vive. En dos ocasiones fue premiado por la Casa de las Américas y por el Ministerio de Cultura del Uruguay. Recibió el American Book Award de la Universidad de Washington por su trilogía “Memoria del fuego”, y los premios italianos Mare Nostrum y Pellegrino Artusi, por el conjunto de su obra. Fue el primer escritor galardonador con el premio Aloa, creado por los editores de Dinamarca, y también inauguró el Cultural Freedom Prize, otorgado por la Fundación Lannam, y el Premio a la Comunicación Solidaria, de la ciudad española de Córdoba. En 2008 los países miembros del MERCOSUR lo designaron primer ciudadano ilustre.

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