Este lunes marca un hito importante en la historia de la devoción mariana en Argentina. Hace exactamente 40 años, el domingo 25 de septiembre de 1983, la Virgen del Rosario de San Nicolás se manifestó por primera vez ante Gladys Quiroga de Motta en una aparición que dejó una profunda huella en la fe de miles de personas. Desde entonces, esta advocación mariana fue objeto de veneración ferviente y peregrinación constante.

Ubicada en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, en la provincia de Buenos Aires, la Virgen del Rosario de San Nicolás se convirtió en un símbolo de fe y esperanza para numerosos creyentes. El 25 de mayo de 2009, la imagen fue coronada, y sus apariciones en la ciudad fueron oficialmente aprobadas por el Obispo y el Vaticano el 25 de septiembre de 2016, consolidando su estatus como un importante centro de peregrinación católica en Argentina.

Cada año, en el aniversario de su primera aparición, la ciudad de San Nicolás recibe a multitudes de peregrinos y fieles que llegan de todos los rincones del país para rendir homenaje a Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás. Estas celebraciones fueron creciendo en magnitud con el tiempo. En 2003, cuando se conmemoraron 20 años desde la primera aparición de la Virgen, se congregaron aproximadamente 400.000 personas, marcando un hito en la devoción mariana en Argentina.

Los peregrinos provienen de todas las provincias de Argentina, y muchos de ellos realizan caminatas extenuantes de más de 240 kilómetros desde la ciudad de Buenos Aires para llegar a San Nicolás, un trayecto que es tres veces más largo que la famosa caminata de Buenos Aires a Luján. En el año 2013, al conmemorarse 30 años de la aparición, la concurrencia superó todas las expectativas, con alrededor de 500.000 personas que se reunieron en la ciudad.

En este 40º aniversario, se espera una presencia aún más multitudinaria, con miles de peregrinos y fieles que se unirán para celebrar la fe y la devoción a la Virgen del Rosario de San Nicolás. Esta advocación mariana dejó  una profunda impresión en la historia religiosa de Argentina y sigue siendo un faro de esperanza para aquellos que buscan consuelo espiritual y bendiciones. Su legado perdura a medida que continúa atrayendo a personas de toda la Provincia.

lanoticia1

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