El 18 de Junio de 2010, en Tías, España, se apagaba la vida de José Saramago. Nació el 16 de Noviembre de 1922, en Azinhaga, Portugal, hijo de campesinos sin tierras, las penurias económicas de su niñez templarían su carácter y moldearían su pensamiento político. Siendo apenas un niño vivió un tiempo en Argentina, donde su padre se desempeñó como policía, finalmente se instalaron en Lisboa. A los 12 años ingresó en una escuela técnica, aunque pasaba mas tiempo en la biblioteca abrazando textos clásicos de la literatura. La situación económica familiar lo forzó a dejar sus estudios y trabajar en una herrería. 1944 fue un año de profundos cambios, se casó con Ilda Reis, consiguió un trabajo administrativo y comenzó a escribir su primera novela, «Tierra de pecado». Pasaron 20 años hasta que volvió a escribir, según él mismo, «No tenía nada importante para decir». En esos años se dedicó a la traducción, al periodismo y a la crítica literaria, sufriendo la censura de la dictadura de Salazar. En 1966 retoma su pasión, escribe «Poemas posibles», fue el relanzamiento de una larga y prolífica producción. Se consagró como poeta, novelista y dramaturgo apoyado en sólidas bases como «Levantado del suelo», «El año de la muerte de Ricardo Reis», «Ensayo sobre la ceguera» y «El hombre duplicado». Biografías, relatos, Crónicas, obras de teatro y hasta una guía turística de Portugal, agregaron matices que lo ubican como uno de los mas completos escritores del siglo XX. Cuando parecía que con el premio Nobel de Literatura en 1998 había llegado a la cumbre de su carrera escribió «Las intermitencias de la muerte». Este fantástico relato sobre un mundo donde la muerte se ausenta pero la gente no deja de envejecer entrega lo mejor de sus luces. Falleció a los 87 años, el día 18 de junio de 2010, en su residencia de la localidad de Tías, España. Tanto su biblioteca privada como su casa, se encuentran abiertas al público, allí se puede observar una inmensa colección de relojes, todos detenidos a las 4.
El 18 de Junio de 1815, al sur de Bruselas finalizaban las Guerras Napoleónicas cuando el emperador francés Napoleón Bonaparte fue derrotado en la “Batalla de Waterloo”. Luego de escapar de su exilio en la Isla de Elba, Napoleón llegó a las costas francesas en Marzo de 1815, el rey Luis XVIII envió al Quinto Regimiento al mando de Michel Ney, ex lugarteniente de Bonaparte en la campaña en Rusia a buscarlo, cuando lo hallaron lo rodearon para matarlo. Napoleón se bajó de su caballo y solo los enfrentó “-Soldados del Quinto, ustedes me reconocen, si algún hombre quiere disparar sobre su emperador, puede hacerlo ahora”, luego de un breve silencio, en toda la campiña resonó el “-¡Vive l’Empereur!”, asi fue que Bonaparte recuperó su cargo. Reunió un ejército de 200 mil soldados para enfrentarse en Bélgica al ejército de la Septima Coalición formada por los reinos de Gran Bretaña, Paises Bajos, Hanover y Prusia, mas los ducados de Nassau y Brunswick. Las acciones se iniciaron el 15 de Junio cuando se produjeron las primeras escaramusas, luego de sucedieron batallas parciales como las de Quatre Bras y Ligny que terminaron con el repliegue de los aliados a los campos de Waterloo. La mañana del 18 de Junio Napoleón se prepara para atacar frontalmente, una intensa lluvia hacía inútiles los esfuerzos de la artillería y entorpecía el avance de la infantería, sin embargo hacia el mediodía ambas fuerzas se enfrentaron cara a cara. Una maniobra de reposicionamiento de los aliados hizo confundir al marical Ney que creyendo que se retiraba ordenó una desordenada persecución, cuando se dieron cuenta del error ya era tarde, desparramados por el campo de batalla se debilitaron siendo aplastados por las tropas de la Septima Coalición. Los aliados iniciaron la persecución de Napoleón que se rindió el 10 de Julio, pocos días después fue confinado al exilio, esta vez a la isla de Santa Elena en el medio del Atlántico donde murió 6 años después.
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