Hace casi un año, la modelo contó públicamente que había sido asaltada en Quilmes y en la tele se mostró indignada por la “inseguridad”. Ahora, el fiscal comprobó que todo fue una excusa para justificar la ausencia en un desfile. Y cerró la causa.
Por Raúl Kollmann – El fiscal de Quilmes Andrés Nieva Woodgate no sólo cerró la causa por el supuesto robo a Nicole Neumann, sino que extrajo copia del expediente para que otro fiscal investigue por falso testimonio a la modelo, a su representante, a su custodio y a tres testigos más aportados por Neumann y su entorno. En una extensísima resolución, Nieva Woodgate se despacha sobre los dichos de la modelo y su equipo con consideraciones y calificativos como “absolutamente inverosímil”; “total mendacidad”; “se contradice consigo mismo”; “se contradicen entre sí” y “resultó falso”. El fiscal da por probado que el representante de Neumann llamó al boliche El Bosque de Quilmes para informarle que la modelo estaba cansada y que el tránsito era un caos, por lo tanto no cumpliría con su compromiso laboral. Ante la amenaza de los titulares de El Bosque de que iniciarían acciones legales, la modelo puso en marcha la versión del asalto. La difundió en los medios y ni siquiera realizó la denuncia al 911. Menos todavía en la comisaría o en la Justicia, pese a que su custodio, un sargento retirado de la Federal, hizo un supuesto disparo. En la camioneta no se encontró rastro alguno de la pólvora.
Los hechos ocurrieron el 31 de marzo del año pasado, cuando Neumann –que en verdad, de acuerdo con la resolución judicial, se llama Unteruberbacher–; su custodio, José Arroyo, y su representante, Mauricio Curaba, se dirigían a realizar una presentación en El Bosque. Delante de la Ecosport de la modelo iba otro vehículo enviado por el boliche quilmeño como guía, conducido por el empleado de El Bosque Marcelo Fedoto.
El fiscal detalla que Curaba llamó a la encargada del boliche María Guadalupe Llano para decirle que Nicole estaba cansada, que el tránsito era un caos y que se volvían a Capital. Llano intimó al representante a que la modelo se presentara de acuerdo con lo convenido y le dio a entender que su ausencia pondría en marcha una demanda judicial. Un rato más tarde, Curaba volvió a llamar y simplemente dijo “nos están tiroteando, después te llamo”. Desde El Bosque se pusieron en contacto con el vehículo guía conducido por Fedoto, quien dijo que no se había producido ningún hecho anormal y que en la esquina de República del Líbano y La Plata ni siquiera se habían detenido.
Al día siguiente, Neumann salió públicamente por radio y televisión a contar su versión del supuesto ataque. La modelo se despachó con frases y argumentos ya tradicionales. “Me quiero ir del país, ya no se puede vivir así”; “no sé para qué contratan policías, si después a los delincuentes los tienen dos semanas y los dejan ir”; “Quilmes es tierra de nadie”; “te matan por nada”. Lo asombroso era, a esa altura, que Neumann ni sus asistentes habían llamado al 911 y, además, en su versión de los hechos, el custodio Arroyo había disparado su arma para disuadir a los dos delincuentes que del lado del acompañante habían golpeado con armas el vidrio y amenazaban con matar al representante si no abría la puerta. El ex policía sabía que un disparo debía ser reportado de inmediato a la policía y a la Justicia, pese a lo cual tampoco hubo denuncia de ningún tipo.
Al cruce de la modelo salió el entonces coordinador operativo de la Policía Bonaerense, Salvador Baratta, quien puso en duda toda la versión, sobre la base de los testimonios recogidos en la esquina mencionada y también por la falta de denuncia del disparo. También el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, negó la existencia del asalto: “Uno es de la zona, conoce a gente que vive ahí. Todos coinciden en que no pasó nada. Fue una mentira sin sentido”.
Neumann presentó un testigo, José Manuel Manso, quien dijo haberse cruzado mensajes de texto referidos al robo instantes después de ocurridos los hechos. El fiscal probó, a partir de los informes de la empresa prestataria del servicio de celular, que no hubo mensaje alguno. También se presentó otro testigo que sostuvo que cuatro delincuentes intentaron robarle a la camioneta Ecosport en la esquina de El Líbano y La Plata. Pero su descripción fue totalmente diferente de lo dicho por el chofer y el representante. Los que estaban en el auto dijeron que los ladrones eran dos y que atacaron por el lado del acompañante; el testigo, en cambio, dijo que el asalto fue del lado del conductor.
Además de ello, justo enfrente de donde supuestamente ocurrieron los hechos hay una cámara de seguridad en la que no se ve nada de lo denunciado; el fiscal le tomó declaración a una testigo presencial que estaba en la puerta de su casa a esa hora y que tampoco vio ningún hecho irregular; la pericia demostró que no había rastros de pólvora en el vehículo; no se encontró el proyectil que el custodio dijo haber disparado y, además, no apareció ni un solo testigo que haya escuchado el fuerte estruendo que debió producir el disparo. Nieva Woodgate también comparó las declaraciones de Neumann, el custodio y el representante; demostró también que algunos de los testigos dijeron una cosa en la televisión y otra en la causa judicial y que incluso ninguna de las dos versiones coincidía con las de los otros involucrados. A eso se suma que el conductor del auto guía, que estaba pegado a la Ecosport de Neumann, declaró que el vehículo de la modelo ni se detuvo en aquella esquina.
En base a semejante cantidad de fundamentos, el fiscal cerró el expediente por el supuesto robo, sostuvo que Neumann no quiso cumplir con su compromiso laboral y concluyó que “corresponde archivar el expediente” y enviar copias al ministerio público para que se investigue a Nicole Unteruberbacher, Mauricio Curaba, Juan Manuel Manso, José Manuel Manso y Eduardo Luis Rojas por el delito de falso testimonio.
Pagina12.com
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