Cuando se organiza un Festival de la importancia del de Baradero, uno de los más reconocidos del país, muchos inconvenientes se pueden presentar y uno de los más preocupantes cuando se trabaja en un espectáculo al aire libre es el clima. El festival de Baradero en los últimos años ha sido bendecido por el buen tiempo, siempre tuvo noches maravillosas en cuanto a la temperatura y si alguna tormenta andaba por ahí tomaba otro rumbo sin perjudicar la fiesta.
Decimos esto porque la edición 2011 del Festival de Baradero, siempre será recordada como el año en que el festival se debió postergar por un hecho trágico que enluto a toda la ciudad, pero a pesar del cambio de fecha el clima acompaño, fue casi calcado en las cuatro jornadas pero con 15 días de diferencia.
Ayer sábado fue la última noche y por lo tanto la expectativa estaba centrada no solo en los artistas centrales o convocantes, porque era el momento de las definiciones del espaldarazo para aquellos músicos o bailarines que sueñan con ser revelación o consagración del festival.
La fiesta comenzó temprano, apenas pasadas las 21 hs., entre los protagonistas de la despedida de la edición 2011 no habia ninguna figura de amplia convocatoria de público, la postergación, obligó a resignar la actuación de León Gieco, quien ya tenía compromisos contraídos con anterioridad, y no se pudo buscar un reemplazo por lo tanto la figura central paso a ser el bailarín Iñaki Urlezaga, un lujo, pero a la vez un hecho inédito en nuestro festival.
Luego del Himno Nacional interpretado por el taller de lenguaje de señas del Centro Cultural, el Ballet municipal Sixto Palaveccino, realizó la apertura con una coreografía donde se destaca el baile y la puesta en escena, demostrando el crecimiento artístico de este grupo de baraderenses dirigidos por Carlos Alonso y Adriana Alanís.
El gran ausente fue el público local que eligió como salida la feria artesanal, y los turistas ante el inminente comienzo de clases y la ausencia de artistas convocantes no vinieron
Los ganadores del Pre-Baradero 2011, contaron con su espacio en el escenario mayor para mostrar su arte en busca de ser la revelación.
Valeria Cardozo, Sonia vega, Yamal, el Ballet Chivilcoy, Mizarez, Gustavo Albornoz y Facundo Mocoroa desplegaron toda su calidad artística.
El portelero Jorge Gordillo, de gran trayectoria como músico de Jaime Torres, integrante del reconocido Duo Canteros-Gordillo en la década del 80, actualmente como solista, demostro su experiencia y crecimiento artístico.
Los Cuatro de Cordoba, este grupo de folclore tradicional, con cuatro voces, tres guitarras y un bombo. Formado en 1968 y que cuenta con 40 discos grabados desplegó un repertorio amplio, tanto en los ritmos como en la temática y las armonizaciones.
Don Omar Moreno Palacios oriundo de Chascomús volvió a nuestra ciudad después de muchos años para traer la autentica canción bonaerense esa que es cantar y contar cosas con historia, algunas alegres, otras no tanto, a través de las cuales el poeta evidencia su capacidad para reflejar paisajes y emociones.
Iñaki Urlezaga, le aportó al cierre de Baradero 2011 un toque distinto, afianzado cada vez más la idea de ser un festival alternativo, a tantos que hoy hay en el país. Contar con la presencia de uno de los mejores bailarines clásicos del país, que ha actuado en los teatros más importantes del mundo, no es poca cosa y ese lujo, inédito para nuestra fiesta máxima se dio anoche. Iñaki junto a su ballet, llenó el escenario de figuras bellísimas, que como un cuadro quedaron estampadas en las fotografías.
La edición número 37 del festival ha finalizado, con la misma fuerza de 15 días atrás pero con el anfiteatro casi vacio.
Ampliaremos con los nombres de las revelaciones y consagraciónes.
Comentarios de Facebook