Hace un año nos despertábamos con una trágica noticia: dos adolescentes habían sido atropellados por una camioneta de Inspección de Transito municipal y ambos, a causa de las lesiones por el gran impacto, fallecieron en el acto. Ante terrible información acudimos al lugar del accidente. El escenario era trágico y triste, pero a la vez se gestaban sentimientos que se canalizarían en hechos de violencia y terminarían transformando esta mañana de dolor, en un día de furia.
Por un lado el dolor y por el otro la bronca, impotencia, ira que se fue transformando en furia. Mientras los familiares de Miguel y Giuliana trataban de encontrarle explicación a semejante hecho que les amputaba así de repente una parte de ellos, un grupo cargado de agresividad comenzó con la destrucción, primero fue la camioneta involucrada en el accidente, después fueron los vidrios de la municipalidad, luego el fuego y después la quema del municipio, el Registro Civil, el HCD, el Juzgado de Faltas y la casa del inspector general.
La turba se movía enceguecida imparable de un lado hacia otro sin reparar en nada. Con objetivos claros:hacer saber que los abusos de autoridad y la falta de repuestas no se soportaban mas . La policía no contaba con efectivos suficientes para evitar los desmanes-solamente seis eran los agentes disponibles hasta pasadas las 10 hs – la dirigencia política en su mayoría eran espectadores sin saber qué hacer, el intendente de viaje, recién ingresó a la ciudad pasadas las 14 hs.Y el pueblo? muchos en su casa y muchos observando… sin darse cuenta quizás que lo que se destruía a causa del fuego, era de todos.
La lluvia esta vez mas que nunca, cayó del cielo,para enfriar los ánimos furibundos y poner fin al descontrol.
Para muchos fue una pueblada, para el intendente, 40 vándalos y delincuentes.
El múltiple funcionario Pablo Scarfoni, Inspector general entre otros cargos, presentó su renuncia inmediatamente.
El Honorable Concejo Deliberante creó una Comisión investigadora para determinar la responsabilidad política del gobierno de Carossi.
Se investigó poco y nada, y las conclusiones arrojaron que el intendente había incurrido en faltas graves, Carossi apeló esta decisión y sus concejales lo apoyaron argumentando que la oposición utilizaba la tragedia para sacar rédito político.
A un año, el sector administrativo de la municipalidad y el registro civil siguen sin reconstruirse, funcionando provisoriamente en otras dependencias.
La causa por los destrozos sin ningún detenido.
La muerte de Miguel y Giuliana, hasta ahora sin resolución de la justicia.
21 de marzo de 2010, día trágico en la historia de Baradero, imposible de olvidar y por ahora difícil de comprender.
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