Acá tenemos otro caso de una familia sin vivienda. María de los Ángeles Gómez es madre y abuela, y son su hija y su nieto quienes tienen el problema. En su familia todos trabajan, su hija y su marido tienen trabajo pero igual se encuentran sin un lugar digno para vivir. Están viviendo en un galpón y en ese galpón hay ratas y esas ratas están arruinando la salud de su bebito de dos años, porque el excremento y orín le ha sacado granos en el cuerpo. Las ratas que viven en el mismo lugar que ellos han provocado que la piel del niño tenga granos e irritación. El reclamo de la familia se basa en exigirle al municipio que se les de una casa, no gratis, sino con las cuotas correspondientes a pagar como cualquiera que pueda hacerlo. La mujer es muy clara: ellos tienen trabajo y pueden pagar las cuotas, lo que quieren es que se le otorgue una vivienda como se lo prometieron. Y sino se ve en la obligación de llevar esto a medios nacionales y a ocupar por la fuerza una casa, porque ya no pude seguir permitiendo que la gente que quiere viva en estas condiciones.
Aparte del dolor de ver a su familia así, también está la falta de respeto que recibe desde el municipio: que vaya un día, que vaya el otro, y otro, y así nunca la atienden. Su hija cada vez que tiene que ir a hablar a la municipalidad tiene que pedir permiso en el trabajo, todo para que después sea en vano y la dejen esperando en la puerta, junto a otros tantos seguramente.
“Estamos esperando que estas personas tomen el caso con la seriedad correspondiente”, expresa M. de los Ángeles. Miguel Ereñú (UOCRA) trata de ayudar a esta familia, pero “lamentablemente para encontrar al señor Intendente y que te atienda hay que hacer un curso […],la última que nos queda es tomar una casa a la fuerza.
Señor Aldo Carossi, cumpla su palabra, si la tiene”.
En Baradero existen planes de vivienda y se han construido barrios municipales, ahora bien, ¿a quiénes se les otorgan estas casas?
VM
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