Después de dar a conocer el caso de Efraín, la población de Baradero se acercó a donde él está viviendo y le llevaron cosas (alimentos, frazadas, ropa). En la nota anterior no se había dado la dirección de donde él vive, pero en los comentarios se agregó gracias a la gente. Efectivamente la “casa” de Efraín y su familia es en Teófilo Rosell y la vía del tren.
Nosotros hoy nos acercamos para ver qué había sucedido después del fin de semana, y el joven boliviano nos dijo que él quiere levantar despacito una pared, porque ya hace frío. Una casita de material. Por ahora están bien, por ahora. El frío pasa, la lluvia no, nos dijo. Menos mal.
En cuanto al terreno no nos queda del todo claro aún a quien le pertenece o le va a pertenecer, desde municipalidad se sigue diciendo que hoy no, que mañana tal vez, que los papeles aún no están. “Pídanme a mí, no le pidan a la gente”, también le dijeron. Sí, le piden señora, pero parece que la voz no tiene sonido a veces. Y mientras usted se decide, a nosotros se nos acalambra el pie de tanto frío.
Otro tema no menos importante que un hogar, es que Efraín está enfermo (tiene el Mal de Chagas) y no está tomando su medicación. Aparte de eso, comenta que tiene un cuadro de gastritis –que parece ser bastante severo-y que el hospital no dispone de pastillas para darle y que tiene que ir a la farmacia a comprarlos.
Y parece que todo tiende a complicarse cuando uno está mal.
Desde BTI agradecemos a quienes no dejaron este tema en una simple noticia y seguimos pensando que juntos se puede, sólo tenemos que organizarnos, a no bajar los brazos, uno puede cambiar el mundo.
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