Recibimos un llamado de una vecina del barrio del corralón, quien nos comentaba que allí, entre Rodríguez y Pringles, hay una boca de tormenta que le falta la tapa. Allí fuimos y efectivamente está el hueco señalizado con un tanque de veinte litros y algunas maderas.
Los vecinos dicen que de noche no se ve, que hace poco se atascó un camión (si se encaja una rueda de algún automóvil es muy difícil salir), y que los patios de las casas se inundan porque las calles son más altas que las veredas…
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