Estuvieron visitando la radio “Diferente”, los alumnos de segundo año del Centro de Formación Rural (CFR) “Arturo Figueroa Salas”. Algunos de ellos son de Baradero, pero también concurren chicos de San Pedro, Alsina, Lima, y alrededores.
La escuela funciona con una internación cada quince días en el instituto, donde los chicos viven y realizan todas las tareas que un hogar y un colegio rural exigen. Los otros quince días los pasan en sus casas, con su familia.
Se les preguntó cómo era la experiencia de vivir quince días en la escuela y quince días en sus casas, a lo que respondieron que “está bueno, el año se pasa más rápido. En mi caso fui a esa escuela porque yo quise, me dijeron que la escuela estaba muy buena.”
Cuando van a sus casas, algunos tienen que cumplir con el “proyecto proactivo” por el cual aplican lo que aprenden y hacen huertas, o lo que el espacio les permita.
Uno de ellos relató cómo era una jornada en CFR, donde dijo: nos levantamos a las ocho menos veinte, vamos al aula, nos toman asistencia, después vamos a desayunar, limpiamos, cada cual tiene una tarea designada para realizar que va variando, y después empezamos las clases, a eso de las nueve de la mañana. Tenemos tres horas a la mañana, después almorzamos, ahí vine la tertulia –que es un recreo largo de media hora- y después volvemos a clase. En las últimas horas tenemos gimnasia, y vemos videos también.
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