La historia detrás del promocionado mega estadio de La Plata ya tiene sus mitos.
Por Andrés Randazzo – De lejos, el estadio parece un plato volador estacionado en el medio de la nada. En la noche, se eleva majestuosamente entre la oscuridad y brilla con luz propia. Impacta. Moderno, su interior traslada al espectador a un escenario europeo. Ubicado en una superficie de 32 hectáreas, tiene capacidad para 36 mil personas sentadas, cuenta con 24 cabinas de radio y televisión, y hay wi-fi hasta en el mismo campo de juego. Posee ocho rampas de acceso de diez metros de ancho, lo que hace que el ingreso y egreso sea más fácil y seguro: la evacuación total se realiza en sólo 7 minutos.
El (mal llamado) Estadio Único será la vedette de la Copa de América que se disputará en Argentina. Allí debutará el 1º de julio la Selección de Batista contra Bolivia. El 17 de febrero de 2011 fue la gran reinauguración, donde el techo y el césped transportable fueron la gran novedad. Sin embargo, detrás del brillo se escondían un par de dudas que muchos espectadores expresaron desde un comienzo. Catalogado como “el primer estadio techado de Latinoamérica”, el Único cuenta con dos anillos superiores al aire libre, que permiten la filtración de la luz solar pero que, en caso de alguna tormenta, podría hacer suspender el partido. Otro de los “inconvenientes” se produjo luego del show de U2.
La banda irlandesa tocó en La Plata en marzo. “Para el recital se desmontó el césped y el escenario se instaló sobre una base de cemento”, le contó a 24CON Leandro Martin, el director ejecutivo de la agencia administradora del estadio. Sin embargo, el estado del campo nunca volvió a estar bien. Se jugaron algunos partidos luego del concierto, pero las quejas de los jugadores de Estudiantes y, principalmente, de Gimnasia, provocaron que las puertas se cierren. “Desde hace un par de semanas no hay actividad para cuidar el césped”, agregó el hombre que también es concejal de San Isidro.
Sin techar
Los planos que contemplaban el techado total.
Los foros de Internet daban cuenta del descontento de muchos hinchas. La pantalla en forma de cubo de cuatro caras idénticas, cada una de ellas de 7 metros de largo por 5 de alto, cuelga a 46 metros de altura sobre el centro del terreno de juego. Pero está a la intemperie. El caso es que El Único no cuenta con las ventajas de un estadio techado íntegramente. Sin embargo, según reconoció el arquitecto Gustavo Martínez a este medio, en un principio la idea era que la cubierta sea total.
“El primer concurso fue en el año 93, la idea original era un estadio parecido al de Mar del Plata. Ese proyecto se entregó y al tiempo nos llamaron porque de acuerdo con el pedido del Gobierno de la Provincia querían saber si se podía ampliar la capacidad y ponerle una cubierta”, dice el hombre que integra el estudio de Roberto Ferreira, el arquitecto argentino que presentó la idea que fue elegida entre 79 proyectos.
A finales de 1995 el gobierno bonaerense de Eduardo Duhalde les pidió a los arquitectos que diseñen el estadio con cubierta total. El proyecto se reacondicionó y fue entregado a la Unidad Ejecutora, pero en el año 97 surgió un imprevisto que cambió la suerte del techo. Si era techado en su totalidad, el campo de juego debía ser movible. Entonces, la obra se licitó y comenzó a construirse en 1998 y se puso como meta el estadio que se ve hoy en día: con techo sólo en sus tribunas y, finalmente, el césped desmontable. “Es el único estadio del mundo que tiene doble centro. Es como un ‘ocho’ en el techo”, dice el concejal Martín.
El resto es historia conocida. La inauguración fue en 2003. Mientras el techo permanecía varado en la Aduana, Estudiantes se consagró campeón del Apertura 2006 y de la Libertadores 2009 haciéndose fuerte allí. Mientras pudo, Gimnasia prefirió seguir como local en su estadio. En julio de 2010 se cerró para la colocación de la cubierta en las tribunas y la instalación de la pantalla. Fue reestrenada con la presencia de Cristina Fernández, Daniel Scioli y, por supuesto, Julio Grondona.
Un clásico
Otra de las curiosidades es que el estadio comenzó como un sueño de las dirigencias de los dos clubes más poderosos de La Plata. Los mismos que, una vez finalizado, renegaban de tener que abandonar sus canchas. A comienzos de los noventa, cuando obligaban a los equipos a cambiar los tablones de madera, ambas dirigencias se presentaron ante el gobierno de turno para pedir financiación. Y así comenzó todo.
El estadio Ciudad de La Plata estará en el centro de las miradas durante la Copa América. Mostrará su lujo ante los ojos del mundo. Y también cargará con las polémicas que se construyeron con sus tribunas.
24con.com
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