En la madrugada del domingo en el interior y exterior del local bailable “Tequila” se produjo un gresca muy importante con intervención de varias personas, la misma si bien fue difundida por las autoridades policiales, la mayoría de la población no tomó real dimensión de la violencia de lo ocurrido, que pone otra vez en el tapete la nocturnidad en nuestra ciudad.
En la tarde de hoy se presentó en la comisaría local un joven oriundo de la provincia de Entre Ríos, para radicar la denuncia por lesiones graves ya que a raíz de un botellazo que impactó en su rostro debió ser trasladado de urgencia al Hospital Santa Lucia de Capital Federal con una herida en su ojo derecho. Luego de ser intervenido quirúrgicamente y a pesar de los esfuerzos de los profesionales médicos, lamentablemente Pablo Pérez perdió definitivamente la visión de ese ojo.
Luego del trámite en la Policía Comunal Pablo Pérez dialogó con BTI y nos contó su versión de los hechos: “Recién salgo de denunciar a la persona que me agredió, vinimos a poner las cosas en manos de la justicia para ver que se puede hacer, es la primera vez que yo vengo a trabajar acá de seguridad y es la primera vez que me pasa algo así. Esto fue el domingo a las 07 hs. hubo un problema dentro del baño del boliche, empezó todo ahí, hubo una discusión entre un grupo de jóvenes y lo único que nosotros teníamos que hacer era separar para que no haya problemas ni lesionados y cuando ya estaban saliendo se seguían peleando entre ellos y algunos de los muchachos de seguridad trataron de separar, hasta que en un momento recibí un golpe en el ojo con una botella. Estoy recién operado, me operaron ayer de la vista y prácticamente perdí la vista del ojo derecho, tengo seis quebraduras, las paredes que sostienen el ojo están quebradas, ahora me tienen que volver a operar y ponerme prótesis dentro de un tiempo.
Yo no lo vi, pero hay testigos que estaban ahí y vieron que alguien tiró una botella, una persona de apellido Chávez, esta persona se estaba peleando con otros en el local bailable Tequila y fue a la salida que termino en todo esto. Así como me tocó a mí le podría haber tocado a cualquiera que estaba adentro, hubiese matado a alguien.
Con los dueños del local todavía no he hablado, el jueves tengo que volver al Santa Lucia para ver cómo evoluciona la operación”.
El joven Pablo Pérez es boxeador, hace un tiempo que vino de visita a Baradero y le propusieron el trabajo en este local como seguridad. Hoy y a raíz de la lesión se le ha cortado la carrera deportiva.
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