Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira murió el domingo en el hospital Albert Einstein de Sao Paulo, a los 57 años, por un choque séptico. Desde el jueves estuvo internado por una infección intestinal producto de su alcoholismo. “O Doutor” (“El Doctor”, su apodo) también había sido internado en agosto y pasó otros 17 días en el hospital en septiembre con problemas hepáticos y se le había recomendado un trasplante.
Sócrates fue capitán del inolvidable equipo de Brasil que disputó la Copa del Mundo de 1982 y también lo fue en México ‘86. Su mejor fútbol lo disfrutó (además del Scratch) Corinthians, donde jugó de 1978 a 1984. Jugador elegante, de finos toques, poco entrenamiento, muchas sutilezas y grandes definiciones. Pero el legado de Sócrates trasciende del terreno de juego.
Como lo indica su apodo, era doctor en medicina, profesión que ejerció ad honorem en un hospital público de Brasil luego de su retiro del fútbol. Además, Sócrates fue un hombre que no tembló a la hora de utilizar el fútbol como medio para transmitir sus pensamientos políticos en una época en la cual Brasil era amordazado por la dictadura militar.
“Paz”, “Reagan es un asesino”, “Día 15 vote”, “Elecciones directas ya” o “Ganar o perder, pero siempre con democracia”, fueron algunas de las inscripciones “Magrao” llevó en su camiseta de Corinthians o bien en su característica vincha en los partidos de Selección en pleno Mundial. Como estampa, luego de cada gol levantaba su puño izquierdo.
Inteligente, sagaz, siempre militante por la democracia, Sócrates fue factótum de lo que se llamó la “Democracia Corintiana”. Este movimiento dejó un sello indeleble tanto en el fútbol brasilero como en la propia sociedad de ese país. En plena dictadura, los jugadores de Corinthians votaban por todo, bajo el lema “Libertad con responsabilidad”.
Concentrar o no, traer refuerzos o no, qué refuerzos, recortar el plantel o no. Todo se votaba en Corinthians y todos votaban. Desde el capitán del equipo hasta los dirigentes. «Discutir y votar era casi un vicio. Votábamos hasta si el autobús debía parar porque alguien quería hacer pis», contó el propio Sócrates.
“El mayor pensador” (otro de sus apodos) en 1984 afirmó que si la democracia no volvía a Brasil, él se iría. Así lo hizo. Recaló en Fiorentina, Italia, donde jugó antes de volver a su patria (que ya tenía su democracia) y vestir la camiseta de Flamengo y Santos.
No era de entrenarse demasiado. Fumador empedernido desde los trece años y ávido bebedor de cerveza, Sócrates nunca ocultó sus vicios y daba espacio a las feroces críticas de sus detractores. “Cuando festeja los goles solo levanta una mano porque es demasiado perezoso para levantar las dos”, dijo un ofuscado excompañero en su momento. También se le criticaba su mezcla de fútbol con política.
“Yo siempre supe que estábamos haciendo política. El fútbol, creo, es el único medio que puede acelerar el proceso de trasformación de nuestra sociedad, porque es nuestra mayor identidad cultural. Todos entienden de fútbol. De política, nada”, dijo Sócrates en alguna oportunidad.
“O Doutor” se consagró campeón en tres oportunidades del torneo Paulista (dos en forma consecutiva) y alcanzó dos semifinales del Brasileirao, todo con el Timao. Logros que, según el propio Sócrates, fueron vitales para el sustento de la “Democracia Corintiana”. “Sin títulos la “Democracia Corintiana” habría quedado en nada. Era un movimiento revolucionario, aislado, en un mundo totalmente reaccionario llamado fútbol”, describió “Magrao”.
“Conseguimos probarle al público que cualquier sociedad puede y debe ser igualitaria. Que la opresión no es imbatible. Que una comunidad sólo puede fructificar si respeta la voluntad de la mayoría de sus integrantes. Que es posible darse las manos”, afirmó Sócrates. “El Doctor” disputó 297 partidos en Corinthians, con 172 goles. Jugó 60 partidos para Brasil y marcó 21 goles.
Reconocimiento de un pueblo
“El Doctor Sócrates fue un crack en el campo y un gran amigo. Fue un ejemplo de ciudadanía, inteligencia y conciencia política, además de su inmenso talento como profesional del fútbol”, dijo el expresidente Lula da Silva en un comunicado.
“Gracias por los lindos goles, por los toques geniales, por el fútbol magistral que Sócrates tenía”, expresaron desde Corinthians.
“Nuestro homenaje a la memoria de Sócrates, un defensor de la democracia y del buen fútbol, los clubes por donde pasó y la selección brasilera”, escribió en Twitter Mano Menezes, DT de Brasil.
En el partido que disputó Corinthians en el Pacaembú todo el estadio, jugadores incluidos, levantaron sus puños izquierdos tal como lo hacía Sócrates cada vez que mandaba la pelota al fondo de la red.
24con.com
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