El perfil genético hallado en la casa del cuádruple crimen no se corresponde con el del único imputado, Osvaldo Martínez. Lo determinó la versión preliminar del peritaje judicial. El detenido había sido identificado por un remisero que trasladó a una de las víctimas al lugar
El resultado del último peritaje no coincide con las muestras genéticas que fueron tomadas a Osvaldo Martínez, el único sospechado por los crímenes de su ex novia Bárbara Santos, de 29 años, la hija de esta, Micaela Galle (11), su madre Susana de Barttole (63) y Marisol Pereyra, de 35 años.
Desde el inicio de las investigaciones, los peritos tomaron distintas muestras para dar con el autor del cuádruple crimen.
Martínez fue señalado como sospechoso tras la declaración de Marcelo Tagliaferro, el remisero que dijo haberlo visto en la casa donde se produjeron los hechos.
En ese lugar, los investigadores analizaron una huella encontrada en el remis que transportó a Pereyra a la casa donde ocurrió la masacre, y además peritaron un palo de amasar ensangrentado, una cuchilla, muestras de sangre encontradas en las uñas del sospechoso y huellas de calzado en la escena del crimen.
Asimismo, fueron encontrados otros rastros de sangre en el auto del presunto asesino, quien en la declaración dijo que se trataba de carne que había transportado.
La búsqueda de rastros de ADN se extendió también a un mate, un florero, un espejo del comedor, la tapa del lavarropas y la pileta del lavatorio, según informa el diario El Día. En tanto, y de acuerdo con trascendidos, todas las víctimas fueron apuñaladas tres veces y en el mismo lugar.
Una primera comparación de huellas había mostrado que la huella encontrada coincidía con el número de Martínez.
Infobae.com
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