Se cumplen 30 años del inicio del conflicto bélico en las Islas Malvinas. Entre los excombatientes radicados en Baradero, se encuentra Miguel Courtade, oriundo de Mercedes pero que adoptó esta ciudad como propia formando en ella una familia y colaborando con la sociedad, entre otras cosas concientizando sobre la preservación del medio ambiente.
El año pasado para está época Miguel donó muchas de sus pertenencias vinculadas a Malvinas para el Museo Municipal Alejandro Barbich.
Cuando lo llamamos, el viernes, para esta entrevista nos dijo, “hoy temprano estaba enojado pero ya se me paso”, resulta que nadie le aviso que el acto oficial se iba a llevar a cabo el 30 y no el lunes 2 de abril y no pudo asistir, “yo hable con las autoridades porque siempre estoy presente y me dijeron que el acto era el lunes, soy excombatiente y nadie me aviso, es como hacer el cumpleaños de 15 y que falte la cumpleañera”.
A pesar de tener motivos para estar enojado, Miguel no tuvo problemas en contarnos parte de su historia que quizás sin que el se de cuenta, es la historia de todos los argentinos.
¿Cómo es este momento para vos a 30 años de la guerra?
Siempre me fue difícil y más en estos días donde la sociedad toda saca a relucir temas de Malvinas hay que mantener el temple para no emocionarte o a veces hasta no deprimirte.
¿Por qué crees que hoy si vos le preguntas al ex combatiente si volvería a Malvinas o cree en la recuperación de las islas te dice sí?
Yo creo que un poquito el orgullo de haber estado allá, hace que uno también piense lo mismo, de volver, volver por supuesto cuando nuestra bandera flamee, no antes. Yo creo que el que estuvo allá le brota, le nace un nacionalismo más que importante porque a los 18 o 19 años uno nace en un suelo pero creo que no lo ama hasta que no abraza una causa importante- como en nuestro caso es Malvinas- por eso creo que todos los ex combatientes o una gran mayoría le gustaría volver. No se si volvería con las armas o sin las armas pero es una causa que tengo pendiente, por ellos-los compañeros que quedaron en el camino-me gustaría volver.
¿Se culpa a la sociedad de que en aquel momento no nos importaba lo que pasaba en la guerra?
Mis padres me decían que en ningún momento el país dejó de festejar, dejo de divertirse y aún mas, hace poquito otras personas me decían que esa época se seguía la diversión se seguía todo, yo creo que la propaganda en la cual decían que todo va bien, que estábamos ganando, etc, llevaba a que todo el mundo se divirtiera, todo era pan comido. Después de esa rendición fue un shock muy grande que hizo que el gobierno de ese momento se cayera. Después pasaron 27 o 28 años de silencio y yo note ya desde el año pasado que hay otra idea, pareciera que se quiere la malvinización porque antes era esconder todo. En aquella época cuando cae el gobierno militar y comienzan los gobiernos democráticos, el tema Malvinas era muy secundario, que todavía los soldados vestían la ropa verde y se los confundía con el gobierno militar. Fue un gravísimo error para los soldados, las consecuencias fueron nefastas, porque el gran olvido de un soldado que haciendo el servicio militar fue a dar la vida en la guerra, porque esos eran soldados los que estaban en Malvinas, fue la gran cantidad de suicidios que hoy tuvieron los ex combatientes.
¿El gran vació que sintieron los ex combatientes de aquel momento fue el vació de la propia sociedad Argentina?
Fue terrible, él hecho de que no te den trabajo porque fuiste un ex combatiente fue algo terrible. En vez de haber estado contando anécdotas de Malvinas entre un grupo de amigos o compañeros de trabajo, eras rechazado, a tal punto que los ex combatientes salieron por cuenta propia a vender bolsitas, a vender cositas para poder mantenerse. Porque si bien había salido una ley para que pudiéramos tener una pensión, ni siquiera se daba, ni se cumplía la ley, así que estabamos totalmente desamparados. Psicológicamente te puedo decir que un grueso muy alto de ex combatientes ante tanta soledad, frío y hambre y al no estar respaldados por un grupo de profesionales, fíjate vos que hace poco se descubrió uno que hace 30 años que había desaparecido, y cuantos más habrá así a la deriva. A tal punto que la Presidenta de la Nación nos ofreció un psiquiátrico después de treinta años, que para mi es absurdo. Pensamos que nos iban a condecorar y nos pusieron un chaleco de fuerza
¿Cómo te encuentra a vos el conflicto de Malvinas?
A mi el conflicto de Malvinas me agarra haciendo el servicio militar en ese momento. En aquella época existían las escuelas Técnicas que eran de seis años, por lo tanto el que estaba en la escuela técnica se pasaba de los dieciocho años estudiando y entonces tenía que pedir prorroga para terminar la secundaria, yo soy clase 62 y pido prorroga un año y entro justo. El 6 de enero ingreso a la Fuerza Aérea y más te digo el 31 de Marzo en la Argentina hubo un problema social grande y yo estaba acuartelado, así que no sabía lo que pasaba y me habían dicho que posiblemente podríamos ir a reprimir en esas manifestaciones y yo justo digo ¡no puede ser!, reprimir yo que soy un hombre de campo, pacifico. En ese mismo momento nos dijeron que necesitaban 17 voluntarios para ir al sur y acepté porque yo no me quería quedar acá a reprimir y como nos dijeron que eran por 15 días, dije voy quizás para cuando volvamos esto ya haya pasado, sin saber en realidad adonde nos llevaban.
No pude despedirme de mi familia, le mande una carta a mi madre diciendo que estaba en Mar del Plata y que volvía enseguida.
¿Cuál fue el momento más duro que viviste en la guerra?
Nosotros fuimos bombardeados constantemente porque querían destruir el radar que era lo más estratégico que tenía la isla, porque detectaba aviones y barcos, una sorpresa que se llevaron los nuestros es que veían hasta los barcos por radar. Era un blanco que los Ingleses tenían que destruir.
Los misiles nos caían a metros de donde estábamos, todo el tiempo éramos bombardeados y no sabias cuando te podía tocar a vos, aunque como en todo joven de 18 o 19 años la muerte no esta en los planes hasta que la vez de cerca y tomas conciencia.
¿Como fue la rendición y la vuelta al continente?
Por último yo caí como prisionero. Estuvimos unos cinco días más o menos en el aeródromo, cada fuerza tenía que mantenerse, hacerse su comida y ahí vimos también un poco de desastre porque los prisioneros se amontonaban y cada cual con sus reservas y reservas no había, dormías al aire libre porque no había carpas, el frío era terrible, comenzaba a nevar. El frío hizo estragos en toda la guerra, psicológicamente yo siempre les digo a todos que la guerra se perdió antes de que llegará el enemigo, porque el hambre y el frío ya nos había diezmado a nosotros y es feo estar con frío todos los días y es feo andar con los pies mojados todos los días.
En ese momento yo me encomendé a Dios y siempre me decía no me puede tocar a mi, un día conté 155 disparos de barcos- disparos de cañón- y digo no, no me puede tocar a mi.
Después de 5 días que estuvimos prisioneros subimos al barco Argentino “Bahía Paraíso” éramos como 1800 en un barco para 800 y desembarcamos en la bahía San Julián, de ahí tomamos un avión que nos llevaba a Río Gallegos y luego otro Boeing 707 que nos llevó hasta el Palomar, ahí nos recibieron y nos dieron una bienvenida espectacular, festejamos las pascuas cuando llegamos, después nos llevaron a un hospital y estuvimos un día. Ahí me encontré con mi viejo que justo de casualidad había ido a preguntar cuando volvíamos.
Después volvimos al cuartel y aunque no lo creas, tuve que continuar haciendo el servicio militar, me dieron la baja recién a fines de octubre. No podíamos creer que nos mandaran a hacer guardia luego de venir de una guerra, luego, porque algunos muchachos no estaban bien por lo vivido y éramos un riesgo, nos cambiaron las armas por machetes y nos mandaban a cortar cardos, como colimbas que recién ingresaban.
Hoy quiero agradecer a mis padres y a mi esposa, que desde los 17 años estamos juntos, me contuvo siempre, pudimos formar una hermosa familia y seguir adelante. Por suerte.”
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