En el año 1995 ante el inminente cierre de las instalaciones del teatro y cine Colon, Patricio junto a un grupo de amigos deciden alquilarlo para mantener el único cine de Baradero y además brindar otro tipo de espectáculos.
A lo largo de 17, se dio cine hasta que no quedaron espectadores, se realizaron una gran cantidad de expresiones culturales, desde la participación de artistas locales hasta los espectáculos mas importantes del país.
Además contó con una escuela de Teatro para niños, adolescentes y adultos dirigida por Adriana Giannaday quienes montaron varias obras de teatro con la escuela y el Grupo Sueños, entre las que se destacan, Los Miserables y La Ratonera, entre otras.
“A mi se me terminó el contrato el 31 de diciembre y realmente las condiciones del nuevo contrato propuesto por la comisión directiva de la Sociedad Italiana, no las puedo cumplir. Envíe una contra propuesta y aunque formalmente no me contestaron, me han dicho que fue rechazada. Fueron 17 años de trabajo donde pasaron los espectáculos mas importantes del país. No siempre nos tocó ganar, muchas veces quedamos empeñados, hemos invertido mucho ya sea en la fachada con lo blindex, los proyectores de cine, el escenario, etc., pero es algo que nos gusta hacer y creo que fue un aporte a la cultura de Baradero, en todos estos años nunca dependimos de ningún gobierno para hacer las cosas, siempre fuimos independientes.
Lo que mas quiero es que no quede cerrado, que lo alquilen o lo manejen ellos pero que siga abierto y le den lugar a la escuela de teatro. Aprovecho para agradecer a todos los que nos apoyaron, a los espectadores, a los alumnos de teatro, Adriana Giannaday, la prensa, a todo Baradero y a la Sociedad Italiana”. Expresó Patricio Marino, una persona especial que como pocas ha dedicado muchos años de su vida a la cultura, arriesgando mucho y ganando poco. Haciendo todo esto fundamentalmente por amor al arte y a su ciudad.
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