Hace tres años y 40 días, todo quedó hecho cenizas, luego de vivirse uno de los días mas oscuros de la historia baraderense.
La ira y la gula de varias personas, la soberbia y la avaricia de un gobierno, la pereza de muchos funcionarios y la lujuria de un pueblo que observaba con asombro y placer lo que pasaba, fue el coctel perfecto para que los siete pecados capitales se unieran para el desastre que fue tapa de todos los noticieros y no precisamente por envidia, sino por vergüenza.
Pocas horas fueron suficientes para destruir casi todo, Municipalidad, Concejo Deliberante, Juzgado de Faltas, Juzgado de Paz, etc. Luego la lluvia aplacó los ánimos y apagó el fuego en aquel domingo 21 de marzo de 2010, donde fallecieron Giuliana y Miguel, atropellados por una camioneta del área de Inspección de Transito del Municipio.
Hoy por la mañana, en uno de los dos días de no atención al publico determinado por el Ejecutivo Municipal, los trabajadores en silencio comenzaron a trasladar el mobiliario desde el CITEP hasta el reconstruido sector administrativo del palacio municipal, para empezar a funcionar el próximo jueves.
No es motivo de festejo, sino de reflexión para que cada uno de los baraderenses nos preguntemos porque nos paso esto y el grado de responsabilidad que nos cabe, porque todos de una manera u otra contribuimos a que el 21 de marzo de 2010, forme parte de una de las paginas mas oscuras de la historia de esta ciudad próxima a cumplir 400 años.
PARA NO OLVIDAR: 21/03/2010
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