Ayer a las 14, un grupo de personas dispuestas a ayudar se reunieron en la veterinaria Medi Pets para intentar solucionar la deplorable situación en la que vive Estela, una mujer de 50 años que junto a sus dos hijos (uno de ellos discapacitado) intenta sobrevivir con las insuficientes “changuitas” que realiza de vez en cuando. La última vez que realizó una de ellas, fue sorprendida por tres jóvenes que le golpearon la cara con un fierro para robarle el único dinero que poseía: $12.
La reunión fue llevada a cabo a través del debate. Allí se intercambiaron opiniones, y mientras tanto gente seguía llegando con bolsas de abrigos, comida y demás. Para no invadir la intimidad de Estela decidieron ir pocas personas a visitarla para conocer desde cerca su situación y también poder platicar con ella: Una señora muy educada, amable y con excelente predisposición de ser ayudada. Observándola detenidamente su mirada se sentía triste y abatida. Es que fueron incontables las veces que pidió un respaldo a las máximas autoridades de la ciudad pero fue plenamente ignorada.
Mientras una joven del grupo le compraba un cactus, que de hecho no se lo quería cobrar, los demás veían su paupérrima realidad, y también la de alrededor. Su casilla hecha de madera, sus ventanas y su puerta de tela, su baño un humilde balde amarillo, y sus perros, sí, sus queridos perros que nunca les falta de comer, porque con sus pocos centavos siempre les sirve el escaso alimento que apenas puede comprar.
Su hijo que posee discapacidad se encontraba dentro de la casilla, con miedo a salir, y por momentos gritaba desesperado. Su hija de 17 años sonreía todo el tiempo, saludó a cada uno y agradecía. “¿Qué te gusta hacer?” fueron una de las preguntas, “Leer… me encanta leer” respondió la joven con una tímida carcajada, apuntando a un libro de muchas páginas, pero viejo y arruinado.
La reunión fue rápida y concisa, si bien duró toda una tarde, las decisiones se hicieron ligeramente sin desviar el máximo objetivo. Todo concluyó en construirle una casilla en su sitio, para no desacomodarla de su lugar y para ofrecerle algo seguro, a nuestro alcance, que le brinde total confianza. Rápidamente un constructor fue a visitar el lugar, y albañiles se ofrecieron a construirle la soñada casita.
¿Cómo surgió esto? La veterinaria Medi Pets: Eugenia, Milena y Nicolás conocían su situación ya que Estela visitaba todos los días la veterinaria para comprarle alimento a sus perros, y también colaboraba con ellos, realmente vio una contención en ese lugar ubicado en Rodríguez al 500. La ayudaban como podían, debido a que ella, resignada, se negaba. Su cara morada por el robo y los golpes sufridos fueron el batacazo que hizo que estas tres personas dieran a conocer el caso. Para difundirlo se creó un grupo en Facebook llamado Baradero Ayuda. Hoy en día hay más de 300 personas unidas a este proyecto, con ganas de ayudar a los que realmente lo necesitan organizando reuniones.
El caso de Estela está en marcha, y después de la desesperanza, sus ojos volvieron a brillar y su sonrisa se instaló en su cara, y también en la de sus hijos.
Está más que claro que cada una de estas familias necesita el apoyo incondicional de los funcionarios baraderenses y trabajo de campo de asistentes sociales.
Este grupo formado tomó el timón para ocuparse de la paupérrima realidad y espera el apoyo y la unión de todos los que quieran sumarse.
Si estás interesado ingresa por Facebook a: Baradero Ayuda.
“Baradero crece con grandes acciones, no con grandes actores”
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