Hoy por la mañana se llevó a cabo la firma del convenio de compra por parte del municipio local, de las antigüedades que conforman el Museo “El Guardián”, propiedad de Carlos Melchor Candal.
Todos estos elementos de gran valor histórico y que Melchor ha ido recolectando a lo largo de gran parte de su vida, a partir de ahora pasan a ser parte del Patrimonio Histórico de todos los baraderenses.
En principio las antigüedades serán trasladadas al Museo Alejandro Barbich, para poder clasificarlas, inventariarlas y luego exponerlas.
Melchor Candal es un comerciante de nuestra ciudad, quien junto a su mujer tienen un gran amor por Baradero, lo han demostrado participando en distintos actos, siendo socios de casi todas las instituciones y destinando gran parte del dinero que ganaban a la compra de antigüedades en remates o a particulares.
A tal punto que en la casa donde viven cada habitación esta repleta de distintos objetos históricos.
A punto de cumplir 84 años, Melchor y su compañera de toda la vida, conocida por todos como “La Nena”, decidieron desprenderse de todas estas piezas y tenían pensado hacer un remate, en ese momento aparecieron la Directora de Patrimonio Verónica Noya y Jorge Fussinato quienes hicieron las gestiones necesarias para que la Municipalidad pueda adquirir el museo del “El Guardián de la Historia”.
“Tiene una colección grandisima de elementos relacionados con la historia de Baradero, ahora se me viene a la memoria por ejemplo, todos los elementos de la vieja sodería de Querzoli, mucho de la zona rural y urbana. En principio iremos guardando en un deposito y luego haremos muestras en el museo local y acondicionando lugares donde poder exponerlo todo rumbo a los 400 años o lo haremos antes tal vez.
Yo he estado en casa de ellos varias veces y hemos hecho un relevamiento como para poder dar inicio al expediente, así que ya tengo una idea general de todo pero después hay que inventariar pieza por pieza como corresponde”.
Emocionado y conmovido por lo que estaba viviendo Melchor nos decía: “Aunque un poco me duele, estoy contento porque se que el museo ha quedado en buenas manos, era imposible seguir manteniendo el museo porque las cosas no andan bien, yo lo pensaba rematar pero el rematador me dijo que esperara que si quería que las cosas queden en Baradero no lo podía rematar, que se lo ofrezca a la Municipalidad y así fue que Carossi dijo que si. Si se remataba iba a venir gente de todo el país porque hay cosas de mucho valor histórico, ya pasó con algunas piezas que tuve que vender por falta de recursos, porque yo al museo lo mantuve abierto durante 20 años y nunca cobre un peso al contrario tenia que poner para mantenerlo. Pero para mi lo mas importante era el saludo, las cartas y felicitaciones que me enviaba la gente, pero ahora estoy feliz porque va a quedar en mi ciudad para que todos lo puedan disfrutar”.
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