Hace pocos años un empresario Jamaiquino, presento un proyecto multimillonario que se desarrollaría en un campo de San Pedro y seria una réplica de Disney. Entre helicópteros, limusinas, empresarios árabes, negocios inmobiliarios y muchos dólares en juego, Max Higgins, el empresario que soñaba con cautivar al mundo desde San Pedro, comenzó a ver como su sueño se le escapaba de las manos. A tal punto que hace pocos meses, después de estar desaparecido y hasta con pedido de captura internacional, fue hallado viviendo en una vieja usina de la zona de aeroparque en Capital Federal, en condición de indigente, evidenciando un claro deterioro en su estado psíquico mental.
Meses atrás, regreso a San Pedro, acompañado por un joven que lo reconoció por la televisión y comenzó a ayudarlo, la intención era la de ver en qué condiciones estaban las tierras y ver si Higgins comenzaba a recuperar lo que según el mismo explica, los amigos del momento se quedaron con todo.
Ya en ese momento el campo estaba limpio, con cuidadores y un candado en la tranquera marcando que algo había cambiado.
Hoy ya dejo de ser una tapera, cada uno de los sectores donde Higgins soñaba con construir una inmensa torre, edificios, juegos y hoteles cinco estrellas, se transformaron en hectáreas y hectáreas de soja.
Ahora, quien se quedo, o mejor dicho, quien o quienes son los dueños del campo que era de Max Higgins… Hay quienes dicen que detrás de todo esto aparecen acaudalados empresarios de la zona con fuertes vínculos político inmobiliarios, y que, atentos a los escasos movimientos económicos y legales que Higgins había hecho con esas tierras terminaron comprando la deuda.
La política habría metido la cola, o al menos eso se habría intentado, ya que se hablaba de que referentes kirchneristas “del momento”, tanto locales como foráneos estarían emparentados con la compra del predio. Aprovechando la época de elecciones sus opositores habrían hecho el intento de llegar a las producciones de CQC, el programa de Canal Trece, y hasta el mismísimo Jorge Lanata con su Periodismo para Todos, acrecentando aquellas versiones de vecinos que aseguraron haber visto al famoso periodista en la vereda de la fiscalia, y así hacer trascender una noticias que quizás hubiera sido mas impactante que el propio anuncia de Max Higgins hace seis años atrás. Pero hasta el momento nada sucedió.
En definitiva, la historia de Max Higgins en San Pedro comienza a ser parte del pasado y una de las anécdotas que se recordara por siempre en la historia de la ciudad.
Si en algo el empresario jamaiquino estaba acertado era en asegurar que allí se podían generar negocios exitosos, lo que no sabía ni imaginaba era que seria a través del millonario negocio de la soja.
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