Pasan los días y la intriga sobre el verdadero estado de salud de Milagros aumenta. Su familia se mantiene en la postura de que la niña de 12 años quedó poseída luego de que sus compañeritas intervinieran en el juego de la copa mientras participaban de una pijamada.
Distintas personas se acercaron a la familia y ofrecieron sus servicios para sacar a la niña de esta situación, pero hasta el momento la familia presenta algunas dudas sobre realmente qué hacer. Por lo pronto visitarán un médico psiquiatra y queda pendiente la posibilidad de entrevistarse con un cura exorcista.
Es mucha la gente que cree en el relato de la familia y se ha acercado para solidarizarse.
La niña se mueve por la casa con total normalidad, su familia la asiste y acompaña en todo momento, la llevan de la mano y ante cualquier imprevisto buscan tranquilizarla para que no reaccione.
“Milagros sigue igual, por momentos está tranquila y en otros muy nerviosa, tenemos que estar cerca de ella, pendiente de todo lo que haga. El cuadro es el mismo pero algo más tranquila”, relató María en el aire de FM Génesis 106.7.
“Quiero agradecer a todos los que se acercaron, mil gracias a todos, en verdad no es que uno no quiera atender a la gente pero solo pensamos en Milagros, tratamos de que no haya gente para que no se ponga nerviosa”.
Sobre algunos cuestionamientos que habrían surgido en cuanto a la postura de la familia, María aseguró: “Nosotros somos una familia de gente trabajadora, y lo único que nos importa es que Milagros esté bien, esto no es joda. San Pedro es chico y he escuchado muchas cosas que se están diciendo sobre mi hija, nosotros sabemos muy bien lo que está pasando, nosotros no queremos que nos regalen nada, solo alguien que la cure, necesitamos ayuda psquiatrica o espiritual , no dinero u otro tipo de ayudas, yo no voy a bajar los brazos por mi hija”, dijo la mujer.
“Es la primera vez que nos pasa una cosa de estas y no sabemos ya que hacer, hemos recorrido un montón de lugares y no encontrás una solución. Yo quiero que todo esto pase, que mi hija se cure, tenemos a toda la familia atenta a cada movimiento, nos turnamos para cuidarla”.
“Lo que le está pasando a Mili (Milagros) es algo inexplicable. Estamos todo el tiempo con ella, no nos separamos ni un segundo, yo le temo a que reaccione, porque pareciera que esa persona está jugando con ella”. “Hoy nos ponemos a pensar y decimos que no nos puede estar pasando esto a nosotros”.
“Yo por las reacciones que ella sigue teniendo estoy convencida que está poseída. De todos modos vamos a consultar un psicólogo o psiquiatra infantil para que la vea. Ella jugó a ese juego y por eso lo relaciono con lo otro, igual no descarto nada. Nosotros y la gente que rodea a Milagros sabe lo que estamos pasando, solo le pedimos a dios que nos envíe a la persona que necesitamos”, expresó María.
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