El sábado pasado arrancó la primera fase de construcción de la central nuclear Carem 25, un proyecto integral de la Comisión Nacional de Energía Atómica cuyo objetivo es construir un reactor nuclear modular de menor potencia. El reactor, además tendrá una fase investigativa que permitirá la construcción, el desarrollo, la investigación y la fabricación de reactores 100% argentinos.
Para el Carem 25, el Estado Nacional invertirá 3.500 millones de pesos, incluyendo toda la infraestructura necesaria para su desarrollo en los Centros Atómicos Bariloche, Constituyentes, Ezeiza, el Predio Lima y Sede Central, informó Planificación.
En el acto de inicio de la obra participaron el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido y la titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Norma Boero.
“Si bien existen otros proyectos de reactores similares en el mundo, este es el primero que se empieza a construir, lo cual es un orgullo no sólo para el sector nuclear si no para todos los argentinos”, indicó la titular de la CNEA, quien encabezó el inicio del hormigonado del primer edificio del proyecto.
“Este ambicioso proyecto reafirma la capacidad para el desarrollo y puesta en marcha de centrales nucleares en el país, perfilando a la Argentina como uno de los líderes mundiales en el segmento de reactores de baja y media potencia, con un amplio horizonte para el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de los grandes centros urbanos o polos fabriles con alto consumo de energía”, añadió desde un comunicado de prensa la cartera que conduce De Vido.
Las centrales Carem prevén que -al menos- el 70 por ciento de sus insumos, componentes y servicios vinculados sea provisto por empresas nacionales calificadas bajo los estándares internacionales de calidad supervisados por la CNEA.
Desde la década del ´80
El proyecto está catalogado como, “uno de los más importantes de la historia científica y tecnológica argentina” y su lugar de emplazamiento es en un predio contiguo a Atucha I, donde se alzaba la planta de agua pesada hacia el norte.
En realidad se trata de un proyecto nuclear creado a principios de la década del ochenta con el nombre Carem y presentado oficialmente en 1984 y relanzado en el 2006.
El objetivo del mismo es llegar a construir reactores nucleares de menor escala en Argentina para luego comercializarlos a toda América Latina. Más allá del fin comercial y eléctrico, lo que se proponen construir en este predio es un polo tecnológico que representará la convergencia de todo el conocimiento nacional sobre energía nuclear.
Para ello se plantea la posibilidad de edificar laboratorios que presten servicios a otras centrales nucleares, salas de divulgación e información tecnológica y científica y áreas de capacitación en la zona periférica al edificio del reactor.
La obra
El montaje civil del edificio central del reactor demandará entre unos ochenta y noventa obreros. Lo cual es importante en el sector de la construcción ante los rumores de que recién Atucha III se anunciará dentro de un año y medio.
De la misma manera, estiman que en el pico de la obra del CAREM, promediando el año 2015, alcance a unos 1.200 trabajadores.
El CAREM25 está ubicado, junto a las centrales nucleares Atucha I y II, cercano a la ribera del río Paraná de las Palmas, desde el cual se abastecerá del agua que aportará refrigeración al sistema. En este predio la CNEA construyó en el pasado la ex Planta Experimental de Agua Pesada (PEAP), cuyo proceso de desmantelamiento comenzó a fines de la década de 1990 y se extendió hasta el año 2003.
Allí construirán un reactor nuclear chico, de características pasivas y de seguridad inherente, cuya construcción, operación y mantenimiento es relativamente sencillo en relación a sus antecesores. A diferencia de otros proyectos, cuyos diseños buscan la generación de potencias superiores a los 600 o 700 megavatios, este reactor será “de baja potencia”. Su primer prototipo, el CAREM- 25, se encuentra en la etapa previa a su construcción y será de aproximadamente 25 megavatios de potencia eléctrica, capaces de abastecer a una población de hasta 100 mil habitantes.
Este tipo de reactores permitirán prestar otros tipos de servicios como el suministro eléctrico específicamente a polos industriales con alto consumo de energía en zonas alejadas; desalinización de agua; suministro en regiones aisladas o el simple aporte de energía a las grandes redes de interconexión eléctrica.
Todas estas actividades generarán un ámbito propicio para el desarrollo de futuras centrales CAREM para la formación de las próximas generaciones de profesionales nucleares y apuntarla el crecimiento económico y social de la localidad de Lima, del Partido de Zárate y de su zona de influencia.
(Fuente: La Voz/InfoGEI)-
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