Ayer por la mañana, en una vivienda ubicada en calle Emilio Genoud al 300, se presentó una persona diciendo que pertenecía al Agua Corriente y debía fiscalizar el estado del agua en esa propiedad, la señora amablemente lo invitó a ingresar, revisó las canillas de toda la casa, dejando a la abuela en el baño sosteniendo un supuesto aparato que controlaba el agua y al marido en la cocina haciendo lo mismo. El delincuente aprovechándose de la buena fe y la distracción de ambos, recorrió distintos ambientes y le robó una suma importante de dinero en efectivo que tenía escondido en un mueble.
Una vez cometido el ilícito, les manifestó que había problemas con el agua y debía ir a avisar a su jefe para luego volver a solucionar el problema.
Dialogamos con Elsa quien estaba muy deprimida por lo ocurrido, que se le sumaba al dolor de haber perdido a su hermana hace poco tiempo.
» Vinieron acá a las once de la mañana y me dijeron <señora yo soy del Agua Corriente, quiero ver por qué los caños están todos contaminados y yo quiero pasar para que no tomen ese agua, le conviene porque están todos los caños sucios, sale agua color marrón> yo lo hice pasar me llevó al baño para que le tenga un aparatito y me dijo que cuando se prendiera la luz roja quería decir que estaba arreglado y estuvo conversando y conversando, le dije porque no traía a un empleado para hacer eso, que yo estaba apurada como para estar teniendo ese cosito, en ese trayecto en el que a mi marido también le hizo tener otro aparatito igual en la cocina, se metió en el comedor, se llevó toda la plata que tenia y se fue sin decir nada.
Era bastante plata y el hombre estaba solo, todavía me dijo después voy a venir, yo vendo tortas en la Panadería Juan Jose y le voy a traer para que las prueben.
Me hicieron el cuento del tío, capaz que lo estaban esperando por ahí, me llevó todos los ahorros. Lo primero que hizo fue mirar todas las canillas, me dijo ve que sale marrón el agua, yo le dije que salía bien y me dejó en el baño para irse a robar, primero fue al dormitorio, no encontró nada y fue al comedor, yo tenía la plata debajo de un mueble bien escondida entre unos recibos, ahí la encontró.
Era un tipo gordito medio grande, con un uniforme color celeste y un sello en la camisa. Ahora no les voy a abrir más a nadie, pero todos caemos. Pensé que era verdad porque siempre hablan del agua contaminada y uno cae. Lo principal que no nos hizo nada, me di cuenta como a las cuatro de la tarde y fue a las once de la mañana».
Esta modalidad de robo es la quinta vez que la sufren vecinos de Baradero y hasta el momento no se pudo dar con los autores.
Nuevamente desde este medio les pedimos que adviertan de esta situación a todas las personas mayores que viven solas ya que generalmente cometen más de un robo de estas características en pocos días.
Comentarios de Facebook