El fiscal federal Matías di Lello solicitó la indagatoria del jefe comunal por supuesto desvío de fondos. Desde la comuna señalan que la embestida judicial es una jugada política, en medio de rumores sobre un posible acercamiento del alcalde al massismo
La ciudad de la Virgen no tiene paz. Después de un verano auspicioso en lo turístico, San Nicolás parecía retomar su cauce normal, pero siempre se interponen la rosca política y los problemas municipales. Ahora, el intendente, Ismael Passaglia, y el secretario de Obras Públicas, Marcelo Lencina, están metidos en un embrollo judicial.
A raíz de una denuncia que recayó en la fiscalía de San Nicolás a cargo del doctor Matías di Lello, el jefe comunal y el titular de la cartera de obras fueron llamados a indagatoria por el presunto desvío indebido de fondos destinados al financiamiento educativo.
El distrito del norte de la Provincia es uno de los más politizados, pero esta vez nada tienen que ver el diputado nacional José María Díaz Bancalari y el secretario de Asuntos Políticos del ministerio del Interior y Transporte, Eduardo di Rocco. Ambos referentes del peronismo de la ciudad están enfrentados con el alcalde, quien por ahora permanece en el Frente para la Victoria, aunque envuelto en rumores de un posible pase al massismo, siempre y cuando sortee airoso este trance con la Justicia.
El fiscal Di Lello cursó el pedido de indagatoria al juez federal de Rosario Marcelo Bailaque, luego de que los magistrados de San Nicolás se rehusaron a participar del caso, siendo el rosarino quien avaló el allanamiento al municipio nicoleño. En su presentación, el fiscal acusa a Passaglia y Lencina por el “delito de malversación de fondos, en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
La declaración indagatoria se demandó en el marco de una pesquisa vinculada a la utilización de recursos proporcionados por el Fondo de Financiamiento Educativo, regulado por la ley 26.075, con fines diferentes de los establecidos por la mencionada normativa.
Se trata del uso de más de dos millones de pesos que habrían sido depositados para una ampliación de obras de pavimentación en un barrio con alto poder adquisitivo. El responsable del Ministerio Público de San Nicolás consideró en su pedido de declaración indagatoria que dicha finalidad es “distinta a la expresamente declarada por la ley 26.075, circunstancia conocida por los imputados”.
En ese sentido, Di Lello dijo que “mediante el dictado de dos decretos, ambos firmados por el mandamás municipal y por el secretario de Obras y Servicios Públicos, se habrían estipulado los fondos en cuestión a la ejecución de carpeta asfáltica del barrio Somisa”. El fiscal a cargo de la investigación analizó ambos decretos, los cuales consiguió tras realizarse un allanamiento en el palacio comunal. Luego consideró que en esos decretos, “sin fundamento alguno” se dispuso que los gastos de la aludida ampliación de obras “sean afrontados con la Fuente de Financiamiento” proveniente del Fondo Educativo.
Estas pruebas lo movilizaron a indicar que la reasignación de partidas se había perpetrado sin ninguna fundamentación, lo cual “impide a la ciudadanía en general y al suscrito en particular dilucidar las circunstancias que llevaron a utilizar fondos afectados a la implementación de políticas Nacionales de Educación (establecido por la ley del Congreso Nacional), en un plan general de pavimentación de la ciudad, tal como el propio decreto lo señala”.
El día que las autoridades de la fiscalía, en compañía de las fuerzas de seguridad, se presentaron en el despacho de Ismael Passaglia, el alcalde y varios de sus funcionarios habrían tratado de impedir la requisa mediante agresiones e insultos.
Al respecto, desde la comuna expresan que “nada de lo que se realizó se hizo fuera de la ley”, y que “están a disposición de la Justicia”. Sin embargo, a la hora de entregarles los decretos al fiscal, tardaron alrededor de cinco horas, luego de estar encerrados en el despacho del alcalde.
Passaglia no tiene una gestión tranquila. Desde hace tiempo vive una situación complicada en la ciudad; no sólo en materia económica, sino también en lo político. A raíz de esta situación judicial, los bloques opositores en el HCD preparan pedidos de informes que podrían llevar al responsable del Ejecutivo a una interpelación.
Ante la endeble economía del municipio, en San Nicolás se dice que el alcalde quiso que la comuna ocupe un lugar de privilegio en el directorio del consorcio del puerto, y que parte de las ganancias fueran a las arcas municipales. Fue sólo una utopía, nada de eso ocurrió.
En el aspecto político también tiene sus vaivenes. Passaglia viene de ganarle una elección muy reñida (casi empate técnico) al FR en el ámbito local, pero sufrió un duro revés en el orden provincial, ya que el massismo, con Lisandro Bonelli a la cabeza, superó al kirchnerista Andrés Quinteros.
Previo y después de los comicios, el mandatario nunca dejó de estar en la mira de la Casa Rosada y de la Gobernación. Es que -según los murmullos de los pasillos de la municipalidad- Passaglia estaría meditando su pase al armado de Sergio Massa, y esto, lógicamente, no les caería para nada bien a los referentes políticos de la sección.
El alcalde nicoleño está sumergido en una vorágine inmensa, que conjuga política, dinero y, ahora, una cuestión con la Justicia. El tiempo dirá si tiene que rezarle a la virgen para zafar de esta situación.
Latecla.info
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