Saber que la Confitería del Club Sportivo, ubicada en la tradicional esquina de San Martín y Rodríguez está cerrada, nos llena de nostalgias, recuerdos e inmediatamente nos preguntamos qué va a ocurrir con este clásico Café Bar y Restaurant que durante muchos años estuvo a cargo del querido y recordado Julián Barbería.
Tenemos entendido que luego del fallecimiento de Julián, se hizo cargo del lugar una de sus hijas quien decidió cerrarlo, unos meses después, por razones que desconocemos y no somos quienes para cuestionarlo.
Por lo que pudimos averiguar la Institución (Club Sportivo) estaría traba bajando en una nueva licitación.
Todo esto que contamos tiene sus efectos llamados “colaterales”, de quienes se ven perjudicados por estas decisiones y hoy se quedaron sin trabajo.
Nueve personas, nueve familias hoy sufren y están muy preocupados por lo ocurrido y esperan ser considerados dentro del pliego de licitación como una condición para aquel empresaria que quiera hacerse cargo de esta esquina clásica de Baradero.
Los trabajadores escribieron la siguiente solicitada:
Es importante que sepan
Que la confitería del Club Sportivo, el día 02/03/2014 a cerrado sus puertas, un lugar donde durante 18 años vimos pasar grandes historias; nuestro empleador el Sr Julián Barbería nos brindó en todos estos años seguridad y condiciones de trabajo estable, a pesar de su situación personal de salud que atravesaba, fueron tiempos difíciles pero estuvimos a la altura de las circunstancias acompañando entre todos la fuente de trabajo.
A partir del mes de octubre se hizo cargo la Sra Teresa Barbería quien determina el cierre del lugar, sin dar cumplimiento a nuestros derechos que tenemos como trabajador a recibir pagos de sueldos, aviso de despido e indemnizaciones, como también el Club Sportivo no nos dio respuestas a nuestra problemática quedando nueve familias desempleadas sin posibilidades de acceder a reclamos formales que concede Ley de Trabajo.
Solo nos queda expresar nuestro dolor por el destrato que recibimos tanto de la Sra Teresa y la ausencia de responsabilidad que el Club Sportivo debe afrontar, frente a personas con necesidad de trabajo y con predisposición a acordar, espacio que no fue otorgado, lo que deja ver el aval y consentimiento de la Institución a estas desprolijidades.
Es importante para nosotros agradecer a los clientes y amigos, que concurrían al café y restaurant con los cuales se había formado una grata convivencia.
Hoy sólo quedan sillas apiladas, cortinas bajas y un cartel que dice:
QUE NO SÓLO NOS DEJARON SIN TRABAJO SINO QUE IGNORARON LAS HISTORIAS DE LOS VIEJOS AMIGOS, QUE HOY NO SE PODRAN ENCONTRAR.
Fotos: Google Imagenes
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