Al(do)icia en el país de las maravillas

Anoche fui con mi amigo el Doc a la apertura oficial de las sesiones ordinarias del HCD. La mayoría del público eran asistentes obligados, por compromiso o por protocolo, pero muy pocos vecinos comunes presentes de forma espontánea (señales si las hay). Seguramente en la próxima sesión, el salón estará cuasi vacío como lo son casi todas las sesiones durante el ciclo legislativo excepto raras excepciones. Como indica la forma , el ejecutivo inaugura el período intentando resaltar lo que hizo en la etapa anterior, y lo que hará durante el 2014. Cuando hago una crónica de cuestiones que rozan la política siempre repito que me cuesta interpretar ciertos comportamientos, pero después de escuchar al ejecutivo debo agregar que no solo me cuesta interpretarlos sino que también me desorientan de tal forma que por algún momento creo que dicen la verdad, segmento de tiempo muy corto, porque de inmediato reacciono y vuelvo al plano de las 3 dimensiones.

 Si a mi lado hubiese estado una persona que no viviese en Baradero, seguramente se compraba el discurso y estaría sorprendido por la eficacia y el éxito que nuestro intendente supo conseguir, pero estaban dos amigos, uno de ellos atónito mientras la otra me susurraba al oído diciéndome “este es un discurso para la gilada” ; y era esa la mejor manera de describir lo que estaba pasando, porque sinceramente llegué a preguntarme en voz baja ¿este pelotudo pensará que todos los que estamos acá somos todos giles? . Fue un discurso extenso donde privaron las frases “vamos hacer en breve”, “pronto pondremos en marcha”, “la plata está, falta…”  “en breve comenzaremos”, “estamos dispuestos a continuar”, en fin, nada concreto excepto hechos poco significativos que no hacen al efectivo desarrollo de una comunidad progresista y pujante como exige el siglo 21, y como nos merecemos los baraderenses. 

 Me vino a la mente la escena de Colón regalando chucherías a los originarios hace más de 500 años, así graficaba mi mente lo que estaba sucediendo mientras daba el discurso el ejecutivo.

 Recorrió todas las áreas de gobierno tratando de mostrar las bondades de su gestión, y lo hizo tan bien , la dibujó tan bien, aplicó tan bien la literatura del realismo fantástico que parecía que estuviéramos viviendo en el país de las maravillas, y no en una ciudad con escasas fuentes laborales genuinas donde nuestros jóvenes trabajan en su mayoría fuera de esta ciudad, en una ciudad donde la inseguridad, la falta de insumos, las hormigas y la desidia invaden el hospital municipal, amparándose en un tomógrafo que para quienes entienden de salud su instalación no resuelve en lo mas mínimo el problema de fondo, una ciudad donde las calles son verdaderas vías sembradas de rajaduras y baches, una ciudad donde caen 200 milímetros y se inundan los barrios periféricos, una ciudad sin transporte público, una ciudad donde no existe una política de transito eficiente que evite la perdida sistemática de jóvenes víctimas en accidentes, una ciudad donde existe un basural a cielo abierto (legado de la eficaz política ambiental de su padre) que contamina las napas y el río que desemboca en el nuestro, una ciudad donde las cámaras al ser manejadas por improvisados no cumplen su exacta función y terminan siendo “la play station” de sus defensores, una ciudad donde el juego y la droga están a la orden del día impunemente a metros del edificio municipal, una ciudad donde existen establecimientos educacionales totalmente desprovistos de elementos que hacen al bienestar de los alumnos y al mantenimiento de los mismos, una ciudad donde faltan agua, luz y servicios básicos a un gran sector de nuestra sociedad, en fin y me pregunto ¿dónde vive el intendente? ¿En que plano de la realidad está parado? , sinceramente mi amigo y yo quedamos atónitos al escuchar este discurso lleno de palabras que terminan diciendo nada nuevo, al contrario, confirman lo que venimos sufriendo desde hace mas de 20 años “mas de lo mismo”. Debo confesar que el ejecutivo es un excelente sofista, trata de mostrar una realidad diametralmente opuesta a la  que vivimos y nos quiere hacer creer que estamos pasando por un momento excelente como ciudad y como sociedad. La frutilla del postre no podía faltar, según el intendente “la inseguridad” es el tema de mayor preocupación de nuestra sociedad  a nivel nacional y municipal. ¡!!Si te escuchara Cristina !!! Que tirón de huevos te pega!!! Decir eso con el concejo lleno es un discurso mas massista que kirchnerista, ¿Por qué al final vos sos kirchenerista, no?; mirá que todavía tenes el 60 con lugares vacíos, aprovéchalo que ideológicamente estas más cerca de Tigre que de tu jefa política; tenés tiempo , total eso de darse vuelta como el panqueque, de eso sabes mucho como con la 125 ¿se acuerdan?. Incongruencias e incoherencias políticas si las hay, ¿no?. ¿Sabían que cuando iba caminando en Olivos a unos pasos atrás de Néstor Kirchner y le dijo en voz baja a un periodista local , «este loco nos va a mandar al tacho»?, refiriéndose a unos de los hombres que transformó una argentina que se caía a pedazos en default. Después analizamos si lo hizo bien o mal pero esa postura con respecto a él era porque su ideología le impedía aceptarlo, nunca fue del palo, menos del campo popular. Fue hábil, siempre supo manejar el doble discurso como un experto que muchos compraron, casi todos por conveniencias o apetencias personales, y los que no se alinearon hizo lo imposible para defenestrarlos hasta tal punto que los perjudicó desde los personal haciendo gala de sus influencias. Conclusión final, el discurso fue una bazofia , fue el repaso a una gestión que adornó como arbolito navideño, a pesar de ello lo que hicieron estos años fue tan chato y mediocre que por mas adornos que le pongan se caen por su propio peso específico.

Luis Verdina