Durante los últimos días el avance de la construcción del club de Barcos sobre la costa de nuestro río, provocó que las maquinas se encargaron de cortar, en beneficio del progreso, el camino a orillas del río y crear un nuevo sendero cerca de las barrancas, la calle fue desviada por detrás de los futuros galpones y alambrados de este emprendimiento privado al cual solo tendrán acceso los socios.
Hugo Schwarz, es el inversor que compró las tierras para la concreción de esta guardería náutica a gran escala que albergará 204 embarcaciones, se comprometió a que será una construcción integrada al paisaje, que para nada obstruye la visión y remarcó, en reiteradas ocasiones, que habrá muchos árboles en el lugar. Destacó también que el amarradero a construirse constituirá el único en su tipo entre las islas del Tigre y la ciudad de Rosario. Tendrá un varadero para reparaciones en dique seco para lo cual se dispondrá de una especie de grúa que sacará los barcos del agua y los depositará en la playa. También habrá locales comerciales, entre los cuales se destaca el edificio destinado al restorán, cuya figura recuerda al faro ubicado en la Isla de los Estados, conocido también, por la novela de Julio Verne, como “Faro del Fin del Mundo”.
El Club del Barco, se realiza sobre tierras que vendió el municipio a un valor de $ 824000,luego de ser aprobado por unanimidad en el HCD.
La imagen de nuestra costa ha cambiado y 400 metros siguiendo la margen del río ya no son transitables.
Fotos: Néstor Pérez
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