El secretario general de Smata planteó un crudo panorama sobre los conflictos en la autopartista Lear y en otras empresas. El gobernador Daniel Scioli y el jefe de Gabinete Jorge Capitanich también hablaron sobre una estrategia deliberada para propiciar desmanes
El secretario general del sindicato de mecánicos (SMATA), Ricardo Pignanelli, advirtió que detrás de los conflictos en las fábricas en las cuales tienen representación gremial está la extrema izquierda. «Buscan en el enfrentamiento con la Policía, la Gendarmería o con los trabajadores que se produzca una desgracia», dijo en referencia a los grupos radicalizados en la autopartista Lear.
El planteo de Pignanelli es compartido por el gobierno nacional y por las autoridades de la Provincia de Buenos Aires, que ven en determinados partidos la estrategia deliberada de buscar el conflicto permanente. El líder de los mecánicos ya trasladó su preocupación a la CGT oficialista y les adelantó que impulsará un paro nacional en defensa de las fuentes de trabajo.
Este martes, su sindicato publicó una solicitada en la que cargó sobre los ex delegados de Lear la responsabilidad por un eventual cierre de la planta autopartista de General Pacheco.
En declaraciones al diario Ámbito Financiero, Pignanelli dijo que a mediados de la semana próxima los operarios de Lear deberían volver a sus puestos de trabajo luego de 15 días de licencia dispuesta por la firma y advirtió: «Si el personal no puede entrar a la fábrica por falta de seguridad, no me dejan otra herramienta que parar todo el gremio en defensa de la fuente laboral».
«Estos pibes vinieron a llevarse puesta la fábrica, se creen que esto es joda. Por culpa suya, LEAR está evaluando irse del país. Son los mismos que hace 15 días se metieron en Johnson Controls y le hicieron perder un día de producción a la Ford», dijo el sindicalista.
Y explicó: «Su objetivo no son las reivindicaciones, la estabilidad laboral o pelear por los salarios. Quieren la lucha continua. La anarquía en el movimiento obrero».
El conflicto en Lear arrancó dos meses atrás, con suspensiones y el despido de unos 200 operarios. Desde entonces, parte de los cesanteados permanece en un campamento afuera de la sede de la firma, en Pacheco.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, planteó un panorama similar. Explicó que la autopartista Lear tiene la posibilidad de duplicar su producción y sus ventas, pero hay grupos minúsculos que impiden el acceso de los trabajadores. «No puede ningún partido político obstaculizar el desempeño de los trabajadores por cuestiones ideológicas, porque se convierten en idiotas útiles a favor de otros intereses», subrayó.
La semana pasada Capitanich había señalado directamente al Partido Obrero por la conflictividad creciente y había argumentado que con sus protestas violentas solían favorecer a los empresarios y no a los trabajadores que tienen en riesgo sus fuentes laborales.
El jefe de ministros marcó diferencias entre el conflicto en LEAR y en la imprenta Donnelley. Señaló que en esta última hay una decisión unilateral de la casa matriz de los Estados Unidos, a la que calificó de «extraña, arbitraria y llamativa». El Poder Ejecutivo tiene previsto intervenir junto a la Provincia para garantizar la continuidad de las operaciones y respetar el trabajo de 400 empleados.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, también lanzó críticas contra los grupos de izquierda y llamó a la reflexión «a ese sector, que por sus métodos y sus formas violentas, terminan generando un perjuicio aún mayor que por la causa que reclamaban».
El mandatario provincial reclamó «racionalidad a algunos gremios radicalizados, que van en contra de los intereses de los propios trabajadores o de terceros, cuando salen a cortar la Panamericana». «Reclamaban la reincorporación de determinados trabajadores, no solamente no se ha logrado eso, sino que encima la fábrica ahora también puede cerrar; ya no se pierden 50 o 60 puestos de trabajo, se pierden 400», aseguró en Radio Mitre.
«Nosotros necesitamos que se sigan abriendo persianas de fábricas, no que se cierren, esto es seduciendo al capital, no es combatiendo al capital», concluyó Scioli.
Infobae.com
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