A la desagradable imagen que representa el edificio incendiado de la estación ferroviaria, hasta hace unas horas se le sumaba el también desagradable aspecto del playón, con el pasto crecido largamente y la presencia de algunos caballos aprovechándolo.
Ahora es otra cosa, se ha hecho un corte general y prolijo con lo cual la playa ha cambiado totalmente.
El Diario de Baradero
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