
La escuela de Sala Esculla, en Iruya, tiene un teléfono satelital con el cual dieron aviso al hospital, pero no pudieron ir a buscarla. Foto Archivo
Unas seis personas caminaron 13 horas bajo la lluvia desde el paraje Sala Esculla hasta Río Grande (en Iruya, Salta), luego de haber solicitado dos días antes la ayuda al Hospital para realizar el traslado de una mujer que se encontraba desvanecida y que tendría en principio, un grave problema cerebral.
«La mujer podría haber muerto», indicó el director de la escuela de ese paraje, Alejo Acuña, al indicar que en más de una ocasión los pobladores deben enfrentarse a esta situación de manera cotidiana ante los accidentes. Incluso contó que en una ocasión, ante la quebradura del brazo de un alumno, tuvo que caminar 30 kilómetros acompañando al chico, hasta llegar al puesto sanitario de Río Grande.
Simón González, esposo de Leonarda Condorí, que tiene 52 años y fue trasladada por él, su hijo, y cuatro hombres más del paraje, indicó que la mujer se desvaneció el domingo que pasó y pudo avisar el lunes al hospital, por el teléfono satelital con el que cuenta la escuela. El lunes, indicó, quienes habían sido enviados por el Hospital se volvieron porque él no había llevado a Leonarda (que estaba desvanecida), hasta el punto de los 4.500 metros, donde lo esperaban. Y el martes, la otra comisión enviada por el Municipio, se volvió a mitad de camino.
Ante ello, salieron ese día a las 7 con Leonarda en angarillas (una especie de escalera que hace de camilla), para llegar a Río Grande a las 21. El vuelo sanitario parecía imposible alternativa, dado que las condiciones climatológicas no lo permitían.
Falta de caminos ante emergencias
Según Acuña, para la escuela no existe camino, pese a los insistentes pedidos ante la Municipalidad. La respuesta del intendente en el momento del reclamo que se hizo el año pasado (dado que la comuna cuenta con topadora), fue que no tenía dinero para el combustible que permitiría tener el camino. «No tenemos acceso carretero, sólo un camino de herraduras por el cual se transita a mula o a pié», contó el maestro.
Por ahora, existe un proyecto para hacer el camino por huellas mineras entre Iruya e Islas de Cañas (en Orán). Esta alternativa los dejaría más cerca de un camino. Pues estaría pasando a unos 20 kilómetros del paraje, lo cual dejaría a sus habitantes entre 5 y 10 kilómetros más cerca.
Un panorama del lugar
“Sala Esculla es un paraje lejano y aislado, ubicado a unos 40 km aproximadamente al sudeste de la cabecera departamental de Iruya, en Salta. La única vía de acceso es un camino de herradura (unas diez horas de caminata o a lomo de mula)”, describía el director de la escuela en una carta.
Según la misma descripción del docente, la población de dicho paraje se encuentra dispersa en un relieve muy hostil por lo pronunciado de las quebradas y peñas y bajo condiciones climáticas muy duras, el invierno castiga con temperaturas bajo cero y vientos fuertes, en tanto que el verano es sumamente lluvioso produciendo aludes y desmoronamientos con crecidas sorpresivas de los innumerables cursos de agua que surcan el paraje.
Cabe destacar Sala Esculla viven unas 24 a 30 familias de la etnia kolla, según las épocas, dado que algunas de ellas se trasladan con su ganado según la disponibilidad de pasturas, habitando por épocas en la provincia de Jujuy, por épocas en Salta. Su economía es netamente de subsistencia, cultivan papa y maíz básicamente para el consumo familiar y si hay buena cosecha tal vez guarden para realizar trueque, ya que dinero poco y nada se conoce. También crían ganado menor (cabras y ovejas) para el consumo familiar y de vez en cuando para la venta o trueque por mercadería. (InfoGEI) Mg
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