José Muñoz vive en Sarmiento y en 1982 combatió en la Guerra de Malvinas, donde llegó el mismo viernes 2 de abril y se marchó el día de la rendición, cuando lo obligaron a dejar su armamento y su casco. Desde entonces nunca más supo de su equipamiento, hasta ayer, cuando otro argentino se comunicó desde Inglaterra, luego de haberle comprado el casco a un militar inglés.
Paola Muñoz es periodista de la Dirección de Prensa del municipio de Sarmiento y prima de José Muñoz (52), el Veterano de Guerra argentino que ayer, luego de 33 años, se volvió a reencontrar con su casco, el mismo que utilizó durante la Guerra de Malvinas en 1982 y que luego quedó en manos de un militar inglés que se lo llevó a Inglaterra para tenerlo como recuerdo del conflicto.
Todo comenzó ayer por la mañana, cuando Matías P. (39), un argentino que vive en Cambridge (a 95 kilómetros de Londres) y que colecciona cascos se comunicó con la periodista. El coleccionista quería saber un poco más sobre Muñoz, quien fue parte del Regimiento de Infantería 25, unidad que encabezó la «Operación Rosario» y que fue la primera en llegar a suelo malvinense aquel viernes 2 de abril de 1982, bajo las órdenes del teniente coronel Mohamed Alí Seineldín.
El motivo del llamado sorprendió a todos en el municipio sarmientino y también a cada uno de los que escucharon la historia: Matías tenía en su poder el casco que José utilizó durante la guerra, el mismo que tuvo que dejar en las islas el lunes 14 de junio, aquel día de la rendición en que se convirtió en prisionero de guerra y la bandera argentina dejó de flamear en suelo malvinense.
Una gran emoción
Ayer por la tarde José aún estaba sorprendido por el llamado, el cual en principio le generó dudas y hasta llegó a pensar que se trataba de una broma. Es que cuando Matías se comunicó con la periodista él justo llegaba para saludarla. «Es algo emocionante; han pasado 33 años de esto y yo no tengo nada de Malvinas. Soy Veterano de Guerra porque figuro en los libros, pero en realidad no tengo nada, porque cuando nos tomaron prisioneros nos sacaron todo», contó a El Patagónico desde Sarmiento.
«A la mañana llegué de causalidad a la Municipalidad porque Paola es mi prima y pasé a saludarla. Me pasó el teléfono y me dice ‘van a hablar con vos desde Inglaterra’. En un momento pensé ‘es alguien que quiere hacer plata’. Pero después me dijo que no lo puede vender porque no lo puede sacar del país, pero que lo va a cuidar. Fue una emoción enorme, me dejó medio estresado, con ganas de llorar, de todo un poco», confesó.
Según contó, en febrero de 1982 él ingresó como conscripto al Regimiento de Infantería 25 donde cumplió funciones en la Compaña de Servicios. Dos meses después tuvo que afrontar la Guerra de Malvinas, como otros miles de jóvenes de diferentes puntos del país.
Así arribó a las islas el mismo 2 de abril, cerca de las 16:30, en el buque Bahía de los Estados que luego fue hundido por el ejército inglés. Su misión durante el conflicto fue conducir un camión cisterna con el cual se abastecía al aeropuerto, hospital, camiones y todo lo que llevaba combustible.
«Andaba arriba de una bomba, por todos lados, a veces en pleno bombardeo», recuerda sobre la guerra, un capítulo de su vida, que considera que debe quedar en la historia ya que los veteranos no serán eternos.
De Argentina a Inglaterra
Matías conoció parte de la historia de José desde Inglaterra por la nota que fue publicada el último 2 abril, gracias a que durante la guerra el ahora veterano escribió con su propio puño y letra su apellido en el casco, el mismo que hace dos semanas él compró a un amigo de un militar inglés que se lo llevó como suvenir.
«Es un honor tenerlo, es un placer. Siento como que lo estoy cuidando» dijo este argentino, mecánico aeronáutico y coleccionista de objetos militares y que en 1982 tenía solo 6 años. Es que ayer desde Inglaterra dialogó con El Patagónico a través de Skype y contó cómo fue que encontró esta pieza que se suma a otros cinco cascos de la Guerra de Malvinas, incluido el del ex combatiente
«Los cascos de Malvinas siempre me interesaron porque los argentinos utilizaron de la Segunda Guerra Mundial y también fabricaron. Entonces hace unos años, en eBay comenzaron a publicarlos. En la descripción decía ‘casco recuperado traído de Malvinas’, y me empecé a interiorizar. Aprendí que cuando los argentinos se rindieron, les dijeron que dejaran los cascos y quedaron tirados en la playa. Muchos (ingleses) los levantaron y se los trajeron como suvenires», contó.
«Y fue muy especial, no lo podía creer, fue una cosa increíble. El señor José no me creyó mucho pero es lógico: llama un loco de Inglaterra y pensó este pibe está loco. Lo entiendo, recién cuando mandé las fotos ahí fue cuando reaccionaron y se dieron cuenta de que era real la historia«, resumió, prometiendo que el casco jamás será vendido y que quedará bajo cuidado de un argentino, el mismo mensaje que quería darle a José cuando se le ocurrió comunicarse desde Inglaterra a Sarmiento. (InfoGEI) Mg
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