Hace un tiempo El Diario mostraba a sus lectores que, en distintos sitios de la ciudad, algunos de ellos ubicados a varias cuadras del centro, se construían nuevas viviendas transformando zonas que durante largos años fueron consideradas como alejadas, en lugares ambicionados ya que la urbanización trae aparejada una serie de beneficios colectivos que resultan valorizados.
La calle Maipú, una de las más elegidas por los nuevos propietarios, fue uno de los ejemplos utilizados en auqella ocasión y hoy, la mirada de El Diario se posa sobre las construcciones que se erigen en calle Ayacucho, en especial a la altura del 3000, entre Julio A. Roca y las vías del ferrocarril. En ese tramo y sobre la vereda de números pares, años ha existía solamente una casa, que se encontraba lindera de los rieles del Mitre y ahora, desde la misma esquina de Ayacucho y Roca y hasta aquélla vivienda primitiva, existe una sucesión de casas, algunas de excelente construcción, que ocupan el espacio entero al punto de la inexistencia de lotes baldíos (ver fotos).
Todas estas nuevas casas familiares, constituyen una muestra del crecimiento edilicio de Baradero, cosa que se celebra, aunque por otro lado no hay que olvidar que son muchos los baraderenses que anhelan tener su propiedad ya que los alquileres, debido al gran déficit habitacional que localmente se padece, están muy altos, lo que incide sobremanera en el sueldo de los trabajadores y los obliga a tener que ajustar sus gastos en cosas que también resultan necesarias, no para la mera subsistencia, sino para hacer que el mercado de producción funcione cada día mejor y para poder hacerlo, son imprescindibles los consumidores.
El Diario de Baradero
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