Casi que no se puede creer y la suciedad es tanta que no parece real lo que se está viendo. Hay papeles, suciedad de perro, palitos, malezas secas, bolsas de plástico y todo lo que puede verse en las fotos, sobre una vereda. No cuesta mucho colegir que la acera está en semejante estado de suciedad y abandono porque en la casa de la esquina que se trata, no habitan personas ya que aparece con todas las señales de estar cerrada de hace tiempo y, en consecuencia, nadie se ocupa en lo cotidiano de la limpieza. En verdad no solamente en lo cotidiano, también en lo semanal y hasta en lo mensual y cuando nadie se acerca con una escoba, debiera hacerlo el personal que el municipio dispone para limpiar las calles; después se buscará la manera de interesar al propietario, pero mientras tanto hay que evitar el foco infeccioso que se genera y el aspecto desagradable que presenta el sitio.
Esto que se ha relatado no es tolerable en ninguna parte de la ciudad, sea la que fuere, pero sí es muy llamativo que la vereda de referencia esté en Laprida y Rodríguez, o sea a una cuadra de la Iglesia Parroquial, de la Plaza Mitre, de la Escuela N° 1.
El Diario de Baradero
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