La semana pasada, un camión semi-remolque que circulaba por calle Anchorena, al llegar a Gallo debió doblar para llegar a su destino y se encontró con autos estacionados fuera de lugar por lo que el camionero, haciendo uso de toda su pericia, intentó girar sin tocar los autos estacionados. Para poder hacerlo dio un amplio giro y no advirtió que el ángulo trasero izquierdo del acoplado tocaba el sostén del toldo de un comercio y que a la postre resultó arrancado de cuajo terminando colgado de un trozo de la lona del mismo toldo.
En el arrastre, el parante se movió de su fijación y llegó a levantar baldosas y parte de un piso de cemento que existía en la vereda del comercio tal como puede verse en las fotos.
El Diario de Baradero
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