Carta a 5to año. EES Nº 3 Juana Berisso

«Un cachetazo» a la cultura del esfuerzo»

Siempre confío en mis alumnos y sus capacidades pero esta vez fue un «cachetazo» a la cultura del esfuerzo. Desde el 2011 que doy pelea desde mi rol de directivo a toda clase de discurso que escucho sobre ellos, se decían miles de cosas inaceptables, barbaridades, desprestigiando cada una de sus habilidades y capacidades, pero mi confianza siempre estuvo de su lado.

Para mí y todo nuestro equipo de trabajo de la Escuela Juana Berisso, ellos se han convertido en parte de todos y cada uno de nuestros objetivos de la institución. Con errores o aciertos, ellos demuestran todos los días que pueden ser cada vez mejores, solucionando, aprendiendo a dialogar, resolviendo situaciones problemáticas como lo aprendiendo a hacer, con humores y deshumores, que a veces se quiebran en momentos tensos pero que al final de a poco van comprendiendo de que se trata vivir.

Cada uno de ellos tienen un hermoso ser dentro suyo que pocos pueden ver y que yo, por esas cuestiones del destino, me ha tocado dirigir este gran barco como lo es «La Juana». Este barco , que de vez en cuando, alguien quiere que se le produzca una grieta, pero saben qué?, tienen mucha madera y de la buena, para auto reconstruirse siempre. Anoche, en una fiesta de la primavera donde tuvieron la oportunidad de demostrar lo logrado, me han hecho dar cuenta, de cuánto valen nuestros alumnos. Allá por fines del 2014, cuando me propusieron los chicos de 5to hacer una carroza, me llevé un gran susto.

Veníamos de obtener un 3er y 4to puesto, en el cual había dejado mi vida familiar de lado,. roto manos, pintado pantalones y ensuciando zapatillas, que para mí, se trataba de volver a pasar por lo mismo sin ser reconocidos como tal. La insistencia y perseverancia de 5to año me llevó a jugármela y apostar a ellos, depositando toda mi confianza en que podría disponer de tiempo para dedicarles, cuestión que por circunstancias políticas de público conocimiento, mi tiempo se acortó tanto que me dejaba en deuda con los chicos.

Debo valorar el esfuerzo que pusieron, la dedicación, la constancia, la seguridad de lo que querían, el amor y compañerismo que tuvieron, eso me emocionó porque en cada corta visita al galpón del chango, me hacía dar cuenta de que lo sembrado en todos estos años, como el sentido de pertenencia a la institución, no había sido en vano, y hoy podía recoger todos esos frutos con un gran sabor dulce en mis labios. Muchos no se acercaron a dar una mano, pero otros sí dijeron presente como en estas últimas oportunidades de presentarse en la fiesta que congrega a todos los estudiantes de escuelas secundarias de Baradero. Por todo esto, es que nuestro orgullo se renueva día a día, por eso, a todo el grupo por este 2do puesto muy bien merecido, mis más sentidas felicitaciones!!!