Luego de alejarse del massismo y retirarse de la política casi como por arte de magia, Francisco De Narváez decidió renunciar a su banca de diputado nacional, la cual debía ocupar hasta diciembre de 2017.
En su carta de dimisión dirigida a la presidencia de la Cámara baja, el dirigente más importante del partido Unión Celeste y Blanco, esgrimió «razones personales».
Vale recordar que luego de bajar su precandidatura a gobernador bonaerense por el Frente Renovador, el Colorado hizo una fugaz aparición para señalar que de cara a las generales, apoyaba a Daniel Scioli.
«Sergio (Massa) y Mauricio (Macri), María Eugenia (Vidal) son muy capaces y tienen excelentes equipos, pero personalmente estoy decidido a votar por Daniel Scioli. Es el único con capacidad para unificar y unir a los argentinos», declaraba el ex dueño de Casa Tía.
Y agregó que «se trata de una decisión trascendental para mi persona» y remarcó que los motivos son «de carácter privado».
Antes, cuando todavía tenía pensado ir por el sillón de Dardo Rocha, argumentando que lo mejor era que Macri y Massa se juntaran para derrotar al kirchnerismo, decidía, sorpresivamente, retirar su postulación.
All á por el mes de junio, a cuatro días de que se venciera el plazo para presentar alianzas, el diputado nacional advertía que en caso de no llegar a un acuerdo electoral entre el PRO y el Frente Renovador, la que se impondría en las próximas elecciones iba a ser Cristina Kirchner.
«La gente espera que nos unamos; el camino no es la rendición del otro», enfatizaba el todavía dirigente renovador; y añadía que «no solamente lo pienso yo, lo piensa también Durán Barba, los números de ellos dicen que Cristina no para de crecer».
«Por la economía floreciente y porque tienen la máquina de hacer billetes. Va a haber más plata en el bolsillo de la gente y eso pesa mucho en las elecciones», indicaba el Colorado.
Latecla.info
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