
En la caja está embalada la bicicleta fija y sobre ella la colchoneta y las pesas donadas a nombre de los clientes de «Los Angelitos».
En más de una oportunidad El Diario se ha ocupado en destacar la transformación que se fue dando en un tradicional lugar de la ciudad cual es el café «Los Angelitos» situado en calle Anchorena al 1000.
Su nuevo dueño, Salvador Sabatella, le fue dando la impronta propia de los jóvenes y pasados los meses, el café que casi languidecía, le fue dando lugar a un café, bar y restorán por las noches; esto último tan exitoso que hay necesidad de reservar mesa para tener asegurado un lugar.
Durante años, el café despedía el año invitando a compartir una cena a sus parroquianos, pero en la actualidad, debido al crecimiento de la clientela, tal cosa ya no resultaba posible y no solamente por los costos que se incrementaban sustancialmente sino porque, además, se corría el riesgo de dejar afuera a algunos amigos en forma inadvertida. Puesto en la encrucijada, Salvador pensó usar el dinero que tenía destinado para la cena que no se concretó, para una donación al hospital municipal «Dr. Lino Piñeiro». Para ello se presentó ante las autoridades de la entidad deseando saber qué necesidad había para cubrir. Así fue entonces que, en nombre de los clientes del café, el hospital recibirá por estas horas una donación consistente en: una bicicleta fija, una colchoneta y un juego de pesas para ejercitación. Todo el material tiene como destino la sala de kinesiología del hospital que no contaba con esos elementos y sí los tendrá ahora gracias a una buena idea de la gente del café mencionado.
El Diario de Baradero
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