El Diario de Baradero. – Desde hace largo tiempo, la boleta que llega a los vecinos con el importe de las diversas tasas municipales, se incluye un rubro destinado al pago de la energía eléctrica que se consume para que funcione el alumbrado público. Cada luminaria le cuesta dinero al pueblo contribuyente y, por lo tanto, debe procurarse que estén encendidas cuando se las necesita, sí, pero cuando el sol refulge a pleno en el cielo, no resulta necesario.
El lunes y ayer martes cuando era pleno día, las luces pertenecientes a las tres cuadras de Aráoz y Saenz entre el 800 y el 1000 y algunas farolas de calles aledañas, se encontraban encendidas y en consecuencia, se movía el medidor que se usa para facturarle al municipio el consumo que luego debe pagar la población. Se trata de un consumo innecesario y también de una anomalía que debe revisarse dado que, ni es la primera vez que ocurre ni tampoco son pocas las ocasiones en que se la observa.
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