
El Presidente quiere avanzar con la reforma política, pero los dirigentes que arman en la provincia de Buenos Aires piden que el nuevo sistema para los comicios no se aplique en las legislativas
Lo prometió en la campaña y lo quiere hacer de cumplimiento efectivo en las próximas elecciones. Por eso, Mauricio Macri apura al equipo encargado del tema para que en el transcurso de este mes se presente en el Congreso el proyecto de reforma política, que como punto principal tiene la instrumentación del voto electrónico. Pero no todo lo que dice el jefe es aceptado por el resto del PRO, sobre todo de los dirigentes bonaerenses, que no quieren saber nada con llevar adelante las elecciones de 2017 con ese sistema.
Mientras Sergio Massa se restriega las manos a la espera que la tozudez de Macri no sea vulnerada, puertas adentro el PRO tiene una de las discusiones más fuertes desde que asumió en los tres principales gobiernos del país. En paralelo, en la provincia de Buenos Aires también se inició el proceso de discusión, pero “para llevar adelante toda la reforma vamos a esperar a ver cómo avanza la reforma nacional”, confesó ante La Tecla un alto funcionario del gobierno provincial.
“Si no tenemos estrategia política no podemos discutir el sistema electoral”, dijo, con cierto enojo, un legislador del PRO alineado en la idea de postergar el avance tecnológico y dejar el sistema como está, al me-nos para las legislativas 2007. Un amplio sector del oficialismo cree que primero debe fortalecerse el armado, y blindar a la provincia de Buenos Aires, territorio clave para el futuro de Cambiemos.
Ninguno lo dice en público, pero ni la Gobernadora, María Eugenia Vidal; ni el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó; ni el intendente de Vicente López y precandidato a senador nacional, Jorge Macri, están de acuerdo con aplicar el voto electrónico en 2017. “Necesitamos una elección más con la boleta, déjenos los papelitos”, dijo, en una acalorada reunión, el primo del Presidente.
“Si se aplica el voto electrónico, el gran beneficiado es Massa, que de esta manera no necesita fiscales; mientras que el peronismo y Cambiemos tienen la estructura como para fiscalizar. Massa, si se aplica la reforma, va a decir ‘llévense todos los intendentes que quieran que yo te gano por arriba’”, coinciden en el PRO bonaerense.
Para algunos, “Macri tiene un concepto equivocado del voto electrónico, basado en la experiencia de Capital, cuando ya llevaba ocho años de gobierno y el Metrobús ya funcionaba; la provincia de Buenos Aires es otra cosa”.
También hay reparos por la facilidad para abrir internas que otorgaría la implementación del sistema utilizado en la última elección en la Ciudad y en la provincia de Salta.
El proyecto trabajado en la Casa Rosada tiene como principales responsables al secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, y al subsecretario de Asuntos Electorales, Ezequiel Fernández Langan. En las reuniones donde se habla del tema participan también María Eugenia Vidal, Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó y Jorge Macri. Eventualmente concurren el ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai, y algunos legisladores responsables del armado político.
Los puntos principales de la reforma son la Boleta Única Electrónica; la unificación del cronograma electoral para que no haya tantas elecciones en un mismo año; la obligatoriedad del debate presidencial antes de una elección general; y un marco legal que regule las transiciones entre la elección y el cambio de mando.
Si bien se impulsa la creación de un nuevo órgano electoral independiente del Gobierno nacional, su aplicabilidad quedaría demorada. El proyecto dejaría sin alcance una de las cuentas pendientes en cuanto a la transparencia: el financiamiento de las campañas.
En el Gobierno aseguran que la aplicabilidad de la boleta electrónica “elimina las listas sábana y las colectoras”. Una verdad parcial, ya que en los casos de las boletas legislativas todavía habrá una ristra de nombres bajo el logo de cada partido o frente, aunque aparezca en la imagen sólo el primero de la nómina.
Uno de los asuntos discutidos con los otros espacios, y que el PRO quiere llevar adelante, es que el elector pueda participar en las internas de un solo partido; es decir que si participa en las PASO presidenciales del frente azul no podrá votar en las internas para Gobernador del frente amarillo.
Con todo, la reforma política avanza como la pide Macri, aunque sus soldados bonaerenses no quieran ahora tanta maquinita y empiecen a añorar los papelitos que antes recelaban.
Latecla.info
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