En las últimas horas se conoció el resultado de la autopsia. Según el informe, Prince murió de una sobredosis de opiáceos, medicamentos para calmar el dolor.
Allegados del artista se habían contactado con Howard Kornfeld, un experto en tratamiento de este tipo de adicciones, un día antes de su muerte a los 57 años.
Como Kornfeld vive en California y no podía atender a Prince hasta el viernes 22 de abril, fue su hijo Andrew quien viajó a Minesota. «El personal lo encontró en el ascensor, inconsciente. Una de las personas comenzó a gritar. Andrew escuchó el grito y fue al ascensor, donde vio que Prince estaba inconsciente«, contó William Mauzy, el abogado que representa a los Kornfeld.
También agregó que Andrew fue la persona que hizo la llamada al 911. El letrado destacó que la actuación del especialista fue adecuada para una emergencia médica.
La Policía local de Carver abrió una investigación criminal poco después de la muerte de Prince en la que hay involucrados agentes del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA).
Prince fue incinerado en un funeral íntimo para familiares y allegados durante el fin de semana posterior a su muerte. Tyka Nelson, la única hermana directa del cantante, alegó que el artista no dejó ningún testamento conocido y solicitó la designación de un administrador especial para repartir su fortuna.
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