A sus tareas habituales como intendente de Ibarlucea, una pequeña localidad santafesina, Jorge Massón le sumó la de policía. El jefe comunal persiguió y capturó a dos motochorros que habían asaltado a una mujer en el centro del pueblo.
Cerca de las 17, el intendente de esa localidad -ubicada a 22 kilómetros de Rosario- vio cómo dos hombres en una moto asaltaban a una joven y escapaban a toda velocidad por la calle principal del pueblo. «Estaba con mi mujer, vimos a los ladrones y comenzamos a perseguirlos”, contó en un programa radial.
La persecución arrancó en el centro del pueblo, siguió por caminos rurales y terminó -varios kilómetros después- sobre la ruta 34, a la altura del Parque Habitacional.
Mientras Massón los seguía, llamó al 911. Así, a la persecución se le sumaron los únicos dos móviles policiales que tiene Ibarlucea. “Los corrimos y en un momento bajaron a un zanjón, cayeron de la moto e intentaron escapar de a pie hasta que la policía efectuó disparos al aire y lograron detenerlos”, relató el intendente.
Los motochorros fueron trasladados a la subcomisaría 17 de Ibarlucea, donde quedaron detenidos. Massón aprovechó la difusión del caso para denunciar lo que pasa en su localidad. «Venimos de días bastante golpeados por hechos de inseguridad inusuales como entraderas a la madrugada», dijo.
Y se mostró preocupado porque «Ibarlucea es una ciudad disfrazada de pueblo y con dos patrulleros no se puede recorrer un lugar tan extenso”. Además de tener sólo dos móviles, una camioneta Chevrolet S10 y un Chevrolet Corsa que -según Massón- están en “pésimo estado”, se le suma que en la subcomisaría 17 sólo hay cinco efectivos.
«Según el censo de 2010, Ibarlucea tiene 3 mil habitantes cuando hoy en día hay un mínimo de 7 mil. Con lo cual, dos autos para patrullar cinco mil hectáreas es imposible», se quejó. (InfoGEI) Mg
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