Por Marcelo Melchiori – Sportivo visitaba la ciudad de Pergamino por primera vez dentro de su periplo en el Torneo Federal B. Enfrente lo esperaba Juventud, un equipo que supo codearse con los grandes de la región actuando en el Torneo Argentino A.
Ambos, llegaban al encuentro con la imperiosa necesidad de sumar, puesto que Baradero sólo había logrado un empate en su presentación ante Barracas y el local venía de perder ante Argentino por el clásico de su ciudad.
Quién pareció respetar la consigna desde el principio fue el elenco de Marcos Barlatay. Presionando desde el arranque le bastaron 10 minutos de juego para crear tres situaciones claras para abrir el marcador; dos en los pies de Ariel Giles y la restante del “Pato” Luna cruzando un remate que se fue besando el caño.
Por su parte, los dirigidos por Daniel Polo insinuaban peligro por los costados, sin ser tan profundos pero ganando las espaldas de los laterales cada vez que se lo proponían. Fue así, casi sin merecerlo, que luego de una mala salida del fondo visitante, el veloz Leonardo Durán robó la pelota en mitad de cancha, y tras llegar al fondo mandó el centro al corazón del área. Allí lo esperaba Bruno Frangione, quien llegó apareado por un defensor del “lobo” y logró empujarla al gol para poner el 1-0 parcial.
Tras el tanto, Juventud ganó la manija del partido aprovechando la desesperación de Sportivo por llegar al empate antes de terminar la primera etapa. Sin embargo, en una nueva desconcentración, el “celeste” jugó rápido un lateral, la peinaron metiendo la pelota dentro del área, y cuando la recibió Nicolás Senegales, Ariel Grotthuis en su afán por ganar con el cuerpo, terminó golpeando la humanidad del talentoso volante y el nicoleño Ricardo Sena cobró penal.
El mismo Senegales se encargó de cobrar la falta, y con un remate al palo derecho de Adrián Giamperetti anotó el 2-0 con el cual finalizaría el 1º tiempo. Sportivo no solo daba ventajas en el marcador, sino que saldría a jugar los últimos 45 minutos con un hombre de menos, ya que luego de cometer la infracción del penal, el experimentado defensor Ariel Grotthuis se iría expulsado.
Conmovedora habrá sido la charla de vestuario puertas adentro, teniendo en cuenta de la manera que el equipo visitante pudo reinventarse impensadamente ante tamaña adversidad.
Barlatay debió acomodar la defensa corriendo a Baéz Corradi del lateral derecho a la zaga central en lugar de Grotthuis junto Diego Santoro, pasar del costado izquierdo al derecho a Gerardo Gómez y retroceder unos metros a Jesús Silva para controlar el sector que dejaba el zarateño. En mitad de cancha, Caballero y Gastellu para el desgaste, Pío un poco más suelto y adelante Maximiliano Luna corriendo por todo el frente de ataque intentando generar volumen de juego y situaciones para Ariel Giles, ubicado como referencia de área.
Con Sportivo dueño de la pelota, y Juventud curiosamente replegado esperando alguna contra transcurrían los primeros minutos del complemento. A los 16´, un avance para Baradero a través del tándem Gerardo Gómez/Elías Caballero por derecha le daba una cuota de incertidumbre al resultado final. Tras una pared entre ambos, el volante envió un centro al área y luego de un par de rebotes, la pelota le cayó a Ariel Giles, y éste con un toque sutil descolocaba al arquero poniendo el descuento largamente merecido.
Con el partido a tiro, la visita no bajó la intensidad en la búsqueda del empate y nuevamente el regalo vino tras un centro al corazón del área. Pelota detenida ejecutada magistralmente desde la izquierda por Jesús Silva, y tan alto como preciso saltó un poco más que sus marcadores Facundo Gastellu para conectar de cabeza y mandar la bola al fondo de la red. La hazaña era un hecho y lo impensado lo hacían posible.
Empate y mucho tiempo por jugar. Pero por diferentes motivos fue muy poco lo que se pudo ver desde lo futbolístico en los últimos 15 minutos. Fue en ese lapso donde los fallos permisivos de la terna arbitral desde el inicio comenzaron a pasarle factura a ellos mismos y en consecuencia a los jugadores. Cuatro expulsiones, dos por bando. Silva y Giles por Sportivo, mientras que Bruno y Nicolás Senegales abandonaron el campo antes de los 90 en el local. Algunas justas, otras inexplicables por el sólo hecho de compensar o enmendar lo que pudiera haberse evitado. Así se fue el partido. Con diferentes matices. Caras largas por un lado, teniendo en cuenta el resultado que no se pudo sostener, pero con la convicción y el material necesario para salir adelante. En el sector antagónico, la alegría que generan las remontadas, épicas en las adversidades, pero con la incertidumbre y la preocupación de perder tres compañeros fundamentales para la próxima fecha.
Más allá de la floja labor de Sena, el árbitro del cotejo, el mayor peso de quien suscribe recae en la crítica de ambos jueces de líneas. En ellos jamás el juez principal se pudo apoyar ya que parecían desentenderse de jugadas y situaciones que pudieran haber cambiado el resultado o mejor aún para el espectáculo, haberlo terminado de otra manera.
Marcelo Melchiori (Periodista Deportivo)
Comentarios de Facebook