Las sonrisas hablan por sí solas. La felicidad fluye en el ambiente y es el factor que predomina en esa fotografía. ¿Por qué razón ese plantel de jugadores se expone de esa manera en el retrato? La realidad es que para la gran mayoría de ellos, el largo camino en las divisiones inferiores del Club Atlético Baradero ha culminado, luego haber conseguido un segundo puesto en el torneo de la categoría juveniles de la ABZC.
Estos jóvenes de entre 19 y 20 años han permanecidos unidos durante muchos años en varios ámbitos de sus vidas, aunque posiblemente el básquetbol fue el primero que los unió. Probablemente, para muchos sea angustiante culminar el proceso de aprendizaje en las inferiores, a causa de que algunos se inclinarán en seguir desarrollando su carrera universitaria y abandonarán de manera temporaria la actividad deportiva.
Otros, continuarán directamente con su trayectoria laboral en forma independiente o en relación de dependencia. La realidad no sorprende para nada. Es la ley de la vida. Los chicos nacen, crecen y comienzan a elegir su camino en esta maravillosa vida.
Es emocionante todos los campeonatos que estos jóvenes consiguieron para la familia “Albinegra”. Por esta razón y por muchas otras cuestiones que no vale la pena resaltar ahora es triste que la unión de este grupo dentro de la cancha se disuelva.
Tal vez, quién les dice que en un futuro venidero, el destino vuelva a entrelazar sus almas en un escenario basquetbolístico, aunque para saberlo habrá que dejar pasar el tiempo. Momentáneamente, usted lector, deberá quedarse con esas sonrisas y esa felicidad que se puede visibilizar en ese retrato que permanecerá guardado en los corazones de cada uno de los protagonistas. Lindos recuerdos, buenas personas. ¡Éxitos, muchachos!
atleticobaradero.com.ar
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