Los protagonistas de esta historia mínima, pero que conmueve en medio de las noticias que estas últimas semanas convulsionaron a la sociedad mendocina, son Tomás Urraco y Renzo García, dos estudiantes secundarios que esta semana dieron el ejemplo a bordo de un colectivo local.
Los dos amigos de 18 años y que cursan 5º año en la Escuela Nelson Mandela, de Mendoza, habían salido de su clase de gimnasia y se dirigían al colegio, cuando la realidad los sorprendió en uno de los primeros asientos del mismo ómnibus en el que iban: ahí viajaba sentado un nene descalzo y con los pies lastimados.
«A Renzo se le ilumina el rostro. Emocionado, le dice a Tomás: ‘¡Yo tengo mis zapatillas de gimnasia! Se las podríamos dar, aunque están algo gastadas. Ya sé –dice–, le cambio las plantillas por estas nuevas que tengo puestas’. Tomás, iluminado, dice: ‘¡Yo se las doy!'», cuenta Cintia Castillo Flores, quien compartió el relato y el video de esta escena en su cuenta de Facebook.
«Disculpá, andás necesitando zapatillas», se lo ve decir a Tomás. El nene lo mira y responde que sí. «Tomá, probate estás», le responde el estudiante.
«Se despidió del niño con una palmadita en la cabeza, diciéndole: ‘No estás solo, pedí siempre ayuda'», sigue el post.
«Vengo de una familia trabajadora, nunca me faltó para comer, pero mis padres hacen un gran esfuerzo», le dijo Tomás al medio mendocino El Sol, que lo buscó para conocer de primera mano su historia.
En la noticia se cuenta también que el chico de 18 años hoy está vendiendo una rifa para comprarse la ropa que usará en su cena de egresados. Su papá no puede trabajar por una discapacidad renal y su mamá es empleada doméstica. Renzo también pasa por una situación difícil y tiene que salir a trabajar para colaborar en su casa. A pesar de todo, cuando ambos se enfrentaron a una realidad que les dolió, eligieron hacer algo.
Infobae.com
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