La falta de educación y amor por lo nuestro genera mucha bronca y tristeza, casi semanalmente recibimos fotografías o somos testigos de estos destructores urbanos cuyas actitudes son difíciles de explicar hasta para los propios psicólogos.
La rotura de todas las farolas del Parque Sarmiento, la basura sobre la rotonda, los daños en Plaza Mitre, las pintadas, roturas de bancos públicos, etc, etc. Son algunos de los «daños» que producen estos inadaptados sociales.
Alguna vez un trabajador de una cooperadora que dedicaba mucho tiempo a colaborar con una institución planteó que ya no valía la pena restarle horas a la familia para que después los desconocidos de siempre pinten, ensucien, rompan lo que con tanto amor y esfuerzo se hizo. Decidiendo retirarse del grupo, a los pocos días volvió con una respuesta hacia sus propias dudas, «si renunció le estoy demostrando que ellos ganan, pintare estas paredes tantas veces como sean arruinadas y me encargaré de predicar con el ejemplo, de motivar, para que algún día aquel que hoy destruye empiece a construir, ese día sabré que todo esto valió la pena»
Mucha gente se movilizó y se destinaron muchos recursos para que el Paseo del Cristo sea un lugar emblemático para los turistas y baraderenses, Luis Sissara construyó la escultura gigante del Cristo, un grupo de vecinos trabajó para poder colocarlo en ese bello lugar, luego se gestionaron subsidios y se pudo hacer el Vía Crucis con murales realizados por el artista Jose Kura utilizando una técnica pocas veces vista. Pero claro las cosas quedaron a la mitad, no se puso la luz, no se terminaron los caminos, falta seguridad, un cierre por las noches y ahí es donde prosperan los destructores. Las fotos muestran como una vez robadas las letras que indicaban cada estación del Vía Crucis ahora aparecieron las pintadas.
Como dato anecdótico, el reflector que ilumina el Cristo de la Hermandad, fue robado no menos de una docena de veces, hasta que se le colocó alambre de púas a todo el poste, incluso alrededor del reflector.
El delito de daño si bien está tipificado en el Código Penal, no tiene ningún tipo de castigo real.
No rendirse como el vecino de la Cooperadora es la manera, y aunque suene utópico con el compromiso de la mayoría, denunciando públicamente, no callando y enseñando con el ejemplo, algún día, esperemos que no muy lejano, podremos decir ¡Que linda está la ciudad, como la cuidamos entre todos!.
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