Los millones del gigante asiático aterrorizan a las ligas europeas, que ven cómo sus estrellas van detrás de las irresistibles cantidades de euros. El presidente Xi Jinping tiene un rol fundamental y un objetivo claro
El 4 de julio de 2011 la prensa mundial informó azorada que un futbolista había superado a Lionel Messi como el mejor pago del mundo. El afortunado era el argentino Darío Conca, quien por entonces dejó el Fluminense de Brasil para irse al Guangzhou Evergrande de la Superliga China por la mareante e irresistible cifra de 11 millones de euros anuales.
Había comenzado el plan estratégico del gigante asiático para conquistar el mundo. La contratación de grandes estrellas (Conca venía de ser elegido como el mejor jugador del campeonato brasileño en 2009 y 2010) se tradujo en impacto, credibilidad y atracción. Continuó con un trabajo de hormiga, paciente pero constante: fueron para allí Lucas Barrios, Didier Drogba, Ezequiel Lavezzi, Nicolás Anelka, Tim Cahill, Freddy Guarín, Oscar y el último y más conmovedor por la magnitud de las cifras, Carlos Tevez.
La edición 2016 de la Superliga que amenaza con llevarse las estrellas mundiales a fuerza de los millones de los que dispone gracias a la presencia de fuertes corporaciones económicas, pero fundamentalmente a la decisión política del presidente chino Xi Jingping de hacer del fútbol de su país una súper potencia hacia fines de 2050 (de las 20 ediciones de Mundiales que se llevan disputadas, China sólo participó en la de 2002 y se fue en primera ronda), comenzó tras un gasto de los clubes en refuerzos de 336 millones de euros.
En tanto, durante 2016 sólo los 14 pases más caros al fútbol de China superaron los 400 millones de euros.
Para entender el plan estratégico de Xi Jingping, Infobae consultó al Dr. Jorge Malena, director de la carrera Estudios sobre China contemporánea de la Universidad del Salvador.
¿Qué impacto tiene la Superliga de China en la población?
Muy grande. Este año vendió casi 6 millones de tickets para los 240 partidos que jugaron sus 16 equipos. Todo ello sin contar las decenas de millones de televidentes que siguieron el torneo desde la pantalla chica.
¿Desde cuándo se incorporó el fútbol en la currícula de los colegios?
Tradicionalmente los deportes de referencia han sido el ping pong, el bádminton y el básquet, pero en la última década se ha ido imponiendo el fútbol. Más allá de que la práctica de deportes sea obligatoria por ley nacional, existen en China 2.183 escuelas públicas de deportes, según cifras del corriente año publicadas por el Ministerio de Educación de ese país. Por una ley aprobada en noviembre de 2014, el fútbol se convirtió en deporte obligatorio en los colegios.
¿Qué registro tienen del fútbol los habitantes?
La creación de la Superliga local en el año 2004 dio gran impulso a ese deporte, si bien desde la década de 1990 el fútbol ha ganado espacio gracias a la transmisión vía CCTV 5 (el canal estatal de deportes) de los partidos de las ligas europeas, copas de Asia y campeonatos mundiales de fútbol.
¿Cómo es la cobertura en los medios?
El fútbol recibe cada vez mayor cobertura, desplazando al bádminton y al ping pong (el básquet mantiene la delantera). Además de CCTV 5, existen CCTV 5+, BTV Sports y más de 20 canales provinciales que trasmiten fútbol local e internacional, a los que se suman las cadenas internacionales (Fox, ESPN, Eurosports, Sky Sports,etc).
¿Qué grado de incidencia tiene el presidente Xi Jinping en la búsqueda de la conquista de un lugar en el máximo plano del fútbol?
Xi Jinping tiene una gran influencia en todos los aspectos de la vida del país, lo cual incluye sus comentarios y aspiraciones para el fútbol chino. Recordemos que Xi ostenta la mayor cantidad de cargos que ningún otro líder obtuvo en la historia de la República Popular China: secretario general del Partido Comunista de China (PCCh), presidente de la República Popular China, presidente de la Comisión Militar Central, presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, y presidente de la Comisión de Seguridad Nacional. Asimismo, recientemente fue reconocido por sus pares del PCCh como «líder central».
¿Quiénes financian el fútbol y la contratación de las grandes estrellas?
Algunos clubes tienen por accionistas principales a compañías estatales, como sucede con el club Beijing Guo’an, financiado por el Citic Group (corporación estatal de inversión). No siempre es así, ya que el Guangzhou Evergrande (último campeón) es financiado por una de las mayores empresas de construcción de China (el Evergrande Group) y la compañía de comercio electrónico más grande del mundo (Alibaba). La propiedad del Jiangsu Suning, está en manos del Suning Commerce Group, una importante empresa minorista privada de China.
¿Cree que el fútbol es una excusa para la intención del presidente de convertir a China en potencia mundial?
El deporte (junto a la cultura y la ideología) conforma lo que en relaciones internacionales se llama el «poder blando» (para distinguirlo de los poderes duros como el militar y el económico). El gobierno chino busca reforzar la imagen internacional del país. Por ello, se pueden aprovechar futuros logros futbolísticos no sólo para fortalecer el orgullo nacional de los chinos, sino también proyectar la imagen de un país ganador.
¿Cómo cree que impactará la llegada de Carlos Tevez?
Seguramente generará un gran impacto, dado que su pase lo convierte en el jugador mejor pago del mundo. Más allá de ese dato, su juego de primer nivel y afabilidad harán que sea muy querido por el mundo futbolístico chino. La Superliga ganará en calidad con su presencia.
-Desde el reglamento: arqueros, abstenerse
Está prohibido que el arquero de cualquier equipo chino sea extranjero. Esto está relacionado directamente con la protección al jugador local. Cada club chino dispone de cuatro plazas para jugadores extracomunitarios y una para un jugador asiático (además de tres plazas reservadas para jugadores surgidos en las inferiores).
En el campo de juego sólo pueden coincidir tres jugadores extranjeros más el asiático, por lo que habrá, mínimo, siete jugadores chinos sobre el césped. Por lo tanto, los futbolistas foráneos en un equipo no pasan de cinco, aunque estos juegan un papel fundamental.
Por Loana Viera
Infobae.com
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